Numerosas quejas de padres y madres. ¿Podrían haber elegido un peor horario en este invierno? Difícilmente. 

El «carrusel sustentable» del Parque Bicentenario no para de cosechar críticas. Quizá se le exige mucho por su costo: 86 millones de pesos. Sólo para ese carrusel de destinó más dinero que para las refacciones del Hospital Ragone y es por eso que destine toneladas de felicidad a niños y adultos. 

El primer problema fue que ni siquiera anduvo muy bien. El domingo pasado uno de sus caballitos se desprendió y quedó tirado. «Mamá, se murió el caballito», dijo una nena preocupada. Esa preocupación no pasó cuando los operarios se lo llevaron alzando, mientras la progenitora le aseguraba que lo iban a curar y que se pondría mejor. 

La segunda queja, que llegó a Cuarto Poder de varios padres, es el horario del carrusel: de 17hs a 20:30. Funciona tres horas y media por día (hasta Sabrina Sansone laburaba más algunos días). El problema no es solo la cantidad de horas: anochece a las 19 y se pone extremadamente frío. ¿Por qué imponer un horario tan acotado que expone a los chicos a lo peor del invierno?

Un lector de Cuarto Poder, Daniel Corbalán, fue un de los que se quejó. «Considero  un desatino el horario de inaguración, atento a la gran cantidad de niños con afecciones de pulmón . Ya que el carrusel está destinado a la niñez, no encuentro  la razón del horario  «inaguración», dijo el hombre, con toda razón. 

Los que gestionan, muchas veces, carecen de sentido común. No es un problema menor.