La mayoría de las actividades agropecuarias en el NEA-NOA emplean entre 4 y 6 trabajadores por cada 100 hectáreas. La proporción es la más baja del país, y se suman a altos niveles de informalidad laboral y bajos salarios.

 Así lo publicó el sitio morarandu.com. para luego ser replicado por diversos portales del NOA y NEA. En lo central, lo que se asegura es que en el Norte Grande (NEA-NOA) la mayoría de las actividades agropecuarias registran bajos niveles de empleabilidad, producto del poco agregado de valor, de la estacionalidad, entre otras razones.

 A nivel país, en cuanto a empleo agropecuario por hectárea se destacan cultivos como los que se desarrollan en Río Negro (33,5 trabajadores cada 100 hectáreas), San Juan (13,9 empleos), Mendoza (11,2 ), La Rioja (10,9 ), Neuquén (9,9). Las producciones primarias de Corrientes, Formosa, Jujuy, Tucumán y Catamarca, registran entre 4 y 6 trabajadores cada 100 hectáreas. A pesar de haber tenido un crecimiento importante en su producción, la creación de puestos de trabajo (asalariados registrados, no registrados y trabajadores por cuenta propia) en el sector agropecuario ha sido poco significativa durante los últimos años.

 Entre los años 2002 y 2010 el valor agregado generado en la actividad agropecuaria creció en 44,2%, pero la cantidad de puestos de trabajo aumentó sólo 7,0%. En esos años, la elasticidad empleo-producto en el sector fue en promedio de 0,18. Es decir, por cada 1% de crecimiento sectorial el número de puestos de trabajo se expandió en 0,18%. Si bien en general los sectores industriales tienen una mayor potencialidad para la creación de empleo que el sector agropecuario, en los últimos años la relativamente escasa capacidad del sector agropecuario para generar puestos de trabajo ha tendido a exacerbarse.

Si se relaciona la evolución del valor agregado y del empleo del sector agropecuario desde el año 1993 a la fecha, se observa cómo el número de puestos de trabajo prácticamente no ha variado a pesar del importante crecimiento del valor agregado. Los salarios en el sector agropecuario son significativamente más reducidos que en el conjunto de la economía. En 2010 la remuneración de los asalariados registrados del sector fue 42,4% más baja que en el total de los sectores.

Por su parte, el salario de los trabajadores no registrados es aún inferior. Según el último dato disponible, su remuneración era 35,0% más baja que los trabajadores registrados, aún sin considerar las contribuciones patronales.

De todas formas, los salarios de los trabajadores registrados del sector presentan un significativo ascenso a partir del año 2003. En efecto, en septiembre de 2010 la remuneración promedio resultó 93,4% superior a la de igual mes de 2002, superando el incremento de las remuneraciones promedio del sector privado (63,9%). 9 No sucedió lo mismo con los salarios mínimos: mientras el SMVM registró un ascenso de 210,4%, el salario del peón general (establecido por la Comisión Nacional de Trabajo Agrario) se elevó un 197,6%.

El NEA-NOA registra los indicadores más altos de informalidad laboral o empleo en negro, sumado a los salarios más bajos del sector.