Un hombre ingresó a la comisaría del barrio Castañares asegurando que una caja de vino gigante se lo quería escabiar. Ya tenía 4 días de juerga encima. ¿Delirium tremens o entidad paranormal picheril?
“Lo raro es que esta no es la primera vez que un pichi cae a la comisaría con el mismo cuento”, dijo un vecino de la zona norte a El Polichombi. Esto en referencia al caso que causa conmoción en los pasillos donde se juntan los ebrios consuetudinarios de la zona: un espectro que toma forma de caja de vino gigante se quiere escabiar la sangre de sus víctimas, a las que persigue con más sed que pichero en víspera de carpa.
Consta en el acta policial a la que accedimos que “siendo las 17:30 horas del día sábado 4 de marzo y en presencia de otros testigos que aseguraron lo correspondiente, el diciente, Roberto Maza, masculino de 32 años, vecino de la zona, asegura haber sido perseguido por más de diez cuadras por lo que asegura era una caja de vino Toro de grandes dimensiones. Según indicó, la misma mediría una estatura promedio de 1,85 metros, de tez rojiza, y con claras intenciones de hacer daño se apersonó hasta donde se encontraba el denunciante realizando la evacuación de sus intestinos y anunciando que se lo iba a beber, comenzó a perseguirlo, no dándole tiempo a que recuperar sus pertenencias ni su pantalón, por lo que se presentó así, casi semidesnudo, en la dependencia en la que ahora radica la denuncia…”
Demás está decir que hasta ahora no se ha abierto una investigación seria del caso, pero desde este pasquín nos comprometemos a seguirle la pista a lo que tal vez sea una nueva clase de entidad urbana, de la talla del hombre bolsa (aquel fantasma que acosa a los adictos a la cocaína) o chalaman (ese mosntruo que aparece luego de mencionar tras tres secas su nombre frente al espejo). Por ahora dejamos picando la incógnita, pero no abandonaremos la pesquisa paranormal.