Las negociaciones del sector educativo están próximas a iniciarse y significarán, como siempre, la referencia para todo el sector público provincial y los trabajadores municipales. La disparada del dólar vuelve ríspido el recorrido hacia un acuerdo. (Milcíades)

A cinco meses de cerrado el acuerdo paritario para trabajadores estatales en la provincia de Salta, en los próximos días se espera que el gobierno de Juan Urtubey, con la ministra de Educación, Ciencia y Tecnología, Analía Berruezo a la cabeza, vuelva a sentarse en principio con los sindicatos docentes para analizar la situación macro económica. Primer paso de la negociación que determinará si durante el segundo semestre habrá una actualización en el aumento salarial acordado en febrero pasado. El resultado de las tratativas que empezarán entre fines de julio y principios de agosto, pondrá un límite a las posibilidades que tendrán los sindicatos de otros sectores estatales para renegociar incrementos en los haberes de sus representados.

Si durante febrero las tensiones entre el Gobierno provincial y los sindicatos docentes se trazaron a la sombra del pacto fiscal entre provincias y Nación, en esta ocasión estarán directamente bajo la lupa del acuerdo rubricado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Esta semana que pasó, por ejemplo, el presidente Mauricio Macri (PRO-Cambiemos) en una reunión de Gabinete anunció a los ministros de Economía de cuatro provincias (Buenos Aires, Corrientes, Mendoza, Jujuy) y la CABA, que el ajuste deberá ser mayor a los 200.000 millones de pesos tazados inicialmente. La cifra ascenderá a unos 300.000 millones y será repartida entre la Nación y las provincias, correspondiendo a estas últimas garantizar unos 150.000 millones en concepto de ajuste.

Sería impensable analizar la situación macro económica del país sin tener en cuenta también la corrida bancaria de abril-mayo, que literalmente disparó a un récord histórico el precio de compra-venta de la divisa estadounidense y acarreó una devaluación profunda del peso argentino. El aumento del dólar puso entre la espada y la pared los aumentos paritarios no sólo del sector estatal, sino también del sector privado, al impactar de manera directa en el incremento de los porcentajes de inflación. Es una realidad innegable la pérdida del poder adquisitivo del salario y esta contracción de la economía, sumamente ajena a las abstracciones, impacta con fuerza en la vida cotidiana, entre otros, de las casi 30 mil docentes de Salta.

Sería impensable analizar la situación macro económica del país sin tener en cuenta también
la corrida bancaria de abril-mayo, que literalmente disparó a un récord histórico el precio
de compra-venta de la divisa estadounidense y acarreó una devaluación profunda del peso
argentino.

Si el Gobierno nacional estimó un 15% de inflación para este año, y sobre este cálculo se fueron acordando las paritarias de numerosas sectores, los datos disponibles a la fecha arrojaron por el suelo la aritmética oficial y presionan a las direcciones sindicales. Sólo con los cálculos inflacionarios del primer semestre varias consultoras privadas proyectan para la variación interanual un porcentaje que oscila entre el 29,5% y el 29,8%. De hecho, las paritarias de uno de los sindicatos “más pesados”, el de Camioneros, cerraron en un 25%. Por debajo del cálculo para la proyección anual que realizaron consultoras privadas como LCG, EcoGo, Elypsis, entre otras.

Otros sindicatos con volumen y peso de negociación, como el de Comercio, se colaron en la oferta realizada por el Gobierno nacional tras el paro de la CGT del 25 de junio y del enfrentamiento con Camioneros. Cavalieri y los suyos acordaron aumentos escalonados que reducirían la distancia entre el 15% inicial y el 25% al que arribó su par de Camioneros. Con la paritaria del histórico sindicato dirigido por los Moyano, el Gobierno dio una muestra de hasta qué punto está dispuesto a ceder, dejando entrever cierto “guiño” a los gobiernos provinciales.

A principios de año el gobernador, Juan Urtubey, se refería en la prensa local al “esfuerzo” que deberían hacer desde la provincia para garantizar “el poder adquisitivo del salario”. “Para nosotros el 15% es muchísimo”, señaló en aquel momento Urtubey y recordó que “desde 2016 se encuentra congelado el Fondo de Incentivo Docente proveniente del Gobierno nacional y que el Fondo Compensador que también recibe la Provincia por parte de Nación, tuvo una quita del 50%”. La perspectiva oficial no resultaba prometedora tras el acuerdo fiscal rubricado en diciembre de 2017. Incluso la proyección oficial era un retroceso en perspectiva del acta paritaria de agosto de 2017 que llevó el aumento anual para los empleados estatales al 22,5%.

Más allá de las primeras impresiones, la dinámica de la gran política y la macro economía del país, ahora dirigida por mandato del FMI, reducen enormemente la capacidad de maniobra para del Ejecutivo nacional y sus pares provinciales. Como se viene palpando en distintas situaciones, las tensiones ponen a la orden del día un teflón, una contención, mucho menos densa entre los gobernados y los gobernantes y sus mecanismos de gobierno. En otras palabras, la caja se achica y la calle es una opción cada vez menos repulsiva para sectores sociales más amplios. En el caso de la docencia, se vivió en la provincia de Chubut un extenso conflicto que hace menos de diez días se cerró eventualmente. Nada indica que en Salta se esté cociendo una situación siquiera similar.

No obstante, nuevamente las y los docentes tendrán una oportunidad para observar cómo actúan las direcciones de sus sindicatos provinciales. Este año durante febrero firmaron un acuerdo del 15%, con incrementos escalonados que terminan en septiembre. El mismo tuvo lugar en un contexto de “paz social”, sin medidas de lucha por parte de los sindicatos, ni de exaltación en las bases.

¿Qué proyectan?

La Asociación Docente Provincial (ADP) en junio alertó que en función de los incrementos de precios y el desfasaje salarial, sería necesario “adelantar los incrementos de julio y septiembre”. El sindicato docente con mayor cantidad de afiliados, cuya conducción política no está exenta de denuncias variopintas, permanece a la espera de la oferta del Gobierno.

Por otra parte, Eloy Alcalá, secretario general de la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica Regional, adelantó con menos tapujos su orientación para la inminente negociación: “Más allá de lo que se pueda acordar, sabemos que no vamos a llegar a los índices reales de inflación”. Así también, Alcalá señaló que estarían evaluando una reunión con representantes de otros sindicatos para encarar de manera común la convocatoria desde Grand Bourg.

Asimismo, Sergio Coronel, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Educación de la Provincia de Salta (SITEPSA), adelantó para Cuarto Poder que oficialmente aún no hay ninguna notificación para la reapertura de las negociaciones: “En la última reunión que tuvimos con la ministra nos confirmó que la última semana de julio va a ser la primera convocatoria a paritarias”.

“Lo que nosotros vamos a plantear es la actualización del incremento teniendo en cuenta el proceso inflacionario. Estamos hablando de un 30% de incremento anual. Nosotros hasta ahora tenemos un incremento del 7,5 hasta el mes de junio, ¿si?. Ya la inflación superó el 16,1% y en el mes de septiembre recién se va alcanzar el incremento del 15% que la mayoría de sectores gremiales de la provincia han firmado acá (…) nosotros vamos a convocar una asamblea para el próximo sábado 21 para establecer en la misma el petitorio que se va a llevar a las mesas paritarias”, señaló Coronel.

Por otro lado, el secretario general del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) seccional Salta, Mario Palavecino, durante el paro del 25 de junio buscó poner sobre el tapete que las docentes de escuelas y colegios privados son convidadas de piedra en las negociaciones salariales desde que el gobierno nacional decretó el fin de las paritarias nacionales de ese sector. “Hace dos años fuimos sacados de las paritarias nacionales, no tenemos lugar donde ir a discutir nuestro salario, tenemos que esperar a que los demás gremios tengan paritarias”, señaló durante la medida de fuerza.