Un reciente informe sobre los créditos UVA de Ficonomics, consultora fundada hace no muchos años por el ministro de Economía, Emiliano Estrada, alienta el espíritu especulador de cualquier emprendedor de las finanzas. (Minabo Mezuda)

“Si quieres estar del lado derecho del cuadrante, es necesario saber distinguir hechos de opiniones”, reza el lema de Ficonomics. Y es un hecho que el informe sobre créditos UVA, difundido por la consultora recientemente, es literalmente un tutorial para especuladores de toda monta. Es un hecho también, que el agiotaje financiero ha sido siempre una práctica de aquellos que están del “lado derecho” de la vida. Y a esto lo tiene muy en claro el ministro de Economía de la provincia Emiliano Estrada; quien además de ser economista, golden boy y primo del jefe de Gabinete Fernando Yarade, figura como socio fundador de la agencia mencionada.

“FICONOMICS es una consultora especializada en Economía Política y Finanzas formada por economistas y profesionales de diferentes áreas con una amplia experiencia en la elaboración de estudios económicos y políticos. Su objetivo es brindar asesoramiento profesional a sus clientes en un contexto cada día más dinámico y caracterizado por una creciente incertidumbre”, explica la empresa en su página web. Un informe difundido recientemente por la consultora instruye a los tomadores de créditos UVA a sacarle algo de jugo a la corrida cambiaria de los últimos meses. Eso sí, si usted no está dentro del selecto grupo de argentinos con la capacidad de pagar la cuota mensual y, a la vez, ahorrar en dólares, considérese fuera de todo tipo de posibilidades. El rollo no es para cualquier hijo de vecino. Ahora bien, enseñar a los tomadores de créditos cómo obtener beneficios mediante la posibilidad de precancelar la deuda, no parece para nada escandaloso si se lo plantea en esos términos; siempre y cuando no haya funcionarios públicos interesados en promover tales prácticas.

El funcionario a cargo de las finanzas provinciales no tuvo reparos en compartir el informe a través de su cuenta de Twitter, como si se tratara de esas “recomendaciones” que, cada tanto, los medios locales les requieren a los economistas.

Asesor y ministro

El funcionario a cargo de las finanzas provinciales no tuvo reparos en compartir el informe a través de su cuenta de Twitter, como si se tratara de esas “recomendaciones” que, cada tanto, los medios locales les requieren a los economistas, con la idea que del otro lado de la pantalla hay una multitud de inversionistas tomando nota. Es sabido que el 2017 fue el año de los especuladores: bonistas, bancos y empresas energéticas lideraron el ranking gracias a la timba de las Lebac, los tarifazos y los créditos UVA. Sobre estos últimos, tuvo un gran efecto la devaluación de los últimos meses, y es allí donde se focaliza el informe de Ficonomics.

Los créditos UVA funcionan con un coeficiente (Unidad de Valor Adquisitivo) que ajusta las cuotas y el capital del crédito hipotecario de acuerdo a la inflación. El año pasado se otorgaron $65.619 millones en créditos UVA. Constituyen el 42,1% del total de préstamos otorgados por entidades bancarias y los tomadores tienen entre 35 y 45 años mayormente.

El informe de ocho páginas que tiene como nombre “Efectos de una devaluación en créditos UVA” remarca que: “Para poder distinguir los efectos que la dinámica del mercado de divisas tiene sobre los créditos hipotecarios, y sobre los indexados con UVA en particular, es necesario distinguir 3 grupos de clientes diferenciados en los procesos de crédito: aquéllos que ya han recibido y ejecutado el crédito, quienes ya han recibido el crédito pero que aún no fue ejecutado y quienes recién están analizando comenzar con la solicitud”. Para cada uno de ellos, el informe tiene una recomendación. Empezando de atrás hacia adelante, para el último grupo —aquellos que piensan solicitar un crédito UVA— la conclusión del estudio no es para nada nueva: la vara está cada vez más alta. Los requisitos de ingreso aumentaron y calificar como sujeto crediticio es cada vez más difícil.

El agiotaje financiero ha sido siempre una práctica de aquellos que están del “lado derecho” de la vida. Y a esto lo tiene muy en claro el ministro de Economía de la provincia Emiliano Estrada.

En cuanto al segundo grupo —inversores con crédito adjudicado, pero sin ejecutar—, los riesgos de una devaluación repentina pueden generar pérdidas elevadas, según el estudio. El ejemplo planteado, lo deja en claro: “Imaginemos un cliente de altos ingresos que solicitó un crédito para adquirir una vivienda de USD 200 mil, y el mismo le fue otorgado en Abril. El máximo a prestar varía entre bancos, pero se acerca al 75% del valor del inmueble, siempre que la cuota inicial no supere el 25% de los ingresos. Es decir, que, en el mejor de los casos, y con un dólar a 20,5, se le autorizó un crédito por $ 3.075.000, lo cual inicialmente forzaba al cliente a tener ahorros por USD 50 mil para pagar el saldo restante, más otros USD 20 mil para cubrir los costos de adquisición (10% del inmueble). Ese mismo cliente, luego de la devaluación y con el dólar a 26, recibe el crédito por los mismos pesos, que ahora equivalen a sólo USD 118 mil (vs los 150 mil de antes). Por lo tanto, en vez de tener que aportar USD 70 mil, debe aportar USD 102 mil, es decir que se enfrenta a un incremento del 45% sobre los aportes que deberá efectuar por fuera del crédito”

Pero, sin dudas, el aporte más jugoso para los especuladores llega en el tercer ejemplo, direccionado a aquellos “inversores con crédito ejecutado” para quienes dice, se presenta una oportunidad para precancelar el crédito. “una devaluación implica una licuación importante de la deuda para quien tenga ahorros en USD, lo cual crea una oportunidad de prepago que debe considerarse” sugiere el texto; y prosigue: “La temporalidad se hace aún más evidente por el propio efecto del pass–through (impacto de la devaluación en precios): es de esperar que luego de una significativa devaluación se observe un rebote inflacionario. Como los créditos UVA indexan por inflación en forma mensual, cancelar parte del crédito en el pico devaluatorio le ahorra al sujeto de crédito el alza de la cuota posterior”.

La recomendación es clara: quien tomó un crédito el 31 de marzo de 2017 conseguirá un importante beneficio neto, aún asumiendo el costo de precancelar, estimado en un 4% del final del monto. Y finaliza el texto: “Asumiendo una devaluación hacia adelante igual que la inflación, el ahorro deberá rendir más que la tasa de interés del crédito para preferir no precancelar. Con las tasas actuales de los créditos en 8% o más, y frente a una devaluación acumulada de 25% en menos de dos meses, no es descabellado esperar que en el corto plazo los ahorros rindan menos que la tasa del crédito. Frente a esa expectativa, precancelar y captar la ganancia puede ser la decisión acertada”.