Los legisladores de la Cámara baja de Salta continúan sesionando de manera virtual. Además, a la hora de votar proyectos –que son del interés de los salteños-, están ausentes

Mientras el país intenta volver a una pseudonormalidad parecida a la prepandemia, la Cámara de Diputados de Salta se aferra al pijama y continúa sesionando de manera virtual.

Ayer -luego de que nuevamente se tomaran el día el martes pasado-, tuvo lugar la décimo octava sesión ordinaria de la Cámara Baja, la que se desarrolló “bajo la modalidad no presencial remota a través de medios electrónicos o virtuales en virtud de los estrictos protocolos sanitarios en virtud de la pandemia”.

Como si no fuera cómodo sesionar “desde casa”, ayer además se produjo un momento de tensión cuando los legisladores debían votar el tratamiento sobre tablas del proyecto presentado por el diputado Claudio Del Plá que pedía la devolución del descuento a docentes autoconvocados que hicieron paro durante mayo y junio. De los 60 diputados provinciales, 23 estaban ausentes. Votaron 15 a favor y 22 en contra, todos del oficialismo.

Más allá de ello, lo que queda claro es que los diputados salteños cuentan con las mismas condiciones laborales que los trabajadores privados o el resto de los estatales, que siguen trabajando desde sus casas y pueden no cumplir con su trabajo, sin consecuencias. ¿No?