El primer presupuesto de la gestión de Macri tuvo tuvo 177 votos a favor, 58 en contra y 4 abstenciones en la Cámara baja; pasó al Senado.
Con una mayoría contundente, la Cámara de Diputados aprobó y giró al Senado el proyecto de presupuesto 2017, el primero propuesto por el gobierno de Mauricio Macri, una iniciativa que incluyó varios cambios de último momento para repartir más fondos a las provincias.
El proyecto tuvo 177 votos a favor, 58 en contra y 4 abstenciones. Es decir, más de dos tercios del cuerpo apoyaron la propuesta de la Casa Rosada. Además del oficialismo y de sus habituales aliados, respaldaron la iniciativa el Bloque Justicialista, el Frente Renovador, parte del Frente Amplio Progresista (FAP) y parte del Frente para la Victoria (FPV), que quedaron divididos. En contra votó la mayoría del FPV y los bloques de izquierda. Las abstenciones corresponden a Libres del Sur y al massista Héctor Daer, integrante de la cúpula de la CGT.
En una votación aparte, los diputados aprobaron también la limitación en el uso de los superpoderes, que podrán alcanzar como máximo una reasignación de partidas equivalente al 7,5 por ciento del presupuesto, el año que viene. El porcentaje se reducirá al 5 por ciento desde el 2018. La votación fue de 230 votos positivos y 6 negativos, pese a que el kirchnerismo propuso que el límite sea del 2 por ciento desde el año que viene.
Tras un debate de más de 13 horas, el texto aprobado dejó afuera la partida de 100 millones de pesos que el FPV y el Bloque Justicialista reclamaban para pagarles a los diputados del Parlasur, una propuesta que había generado polémica desde el inicio de la sesión. «Son representantes elegidos por el pueblo y la Justicia ya determinó que debe pagárseles por su tarea», se quejó Héctor Recalde, presidente del bloque del FPV, con la pelea ya perdida.
Un debate con polémicas
Tampoco se incluyeron 850 millones de pesos extra para las universidades, reclamados por el bloque radical, lo que provocó un reproche público del presidente de la Comisión de Educación, José Riccardo. Otro radical, Mario Barletta, se quejó de la asignación discrecional que se hizo de 1000 millones de pesos a favor de 22 universidades sobre 56. Con ese agregado, el presupuesto total para universidades es de 76.000 millones de pesos.
El diputado Riccardo habló de una «lista de la felicidad» para universidades vinculadas a parte de la oposición. Cuando el kichnerismo se sumó a los reclamos, reaccionó el macrista Luciano Laspina, presidente de la Comisión de Presupuesto: «Se la pasaron 12 años dándole fondos extraordinarios a las universidades amigas y ahora nos vienen a correr con la vaina».
Axel Kicillof retrucó: «¿Dicen que como nosotros fuimos discrecionales, entonces ustedes van a ser más discrecionales?». Enseguida intervinieron en la polémica diputados del Bloque Justicialista y del FAP, que objetaron el reparto de los 1000 millones de pesos extra, incluidos en una «planilla B», con un criterio de distribución diferente al parámetro de reparto automático.
«Se destinaron $ 5000 millones al Fondo Solidario Federal, que se distribuye entre las provincias. Eso explica el apoyo contundente que tuvo el presupuesto»
En la votación en particular, el oficialismo impuso su criterio, con 138 votos a favor, 67 en contra y 22 abstenciones.
Otro punto de discusión fue el monto total de los fondos destinados al Plan Belgrano. Pese a que el ministro de Economía, Alfonso Prat-Gay, había prometido que alcanzarían los 85.000 millones de pesos, finalmente el Gobierno reconoció que serán 41.000 millones de pesos.
«Queremos que no sea una promesa y que lo cumplan porque el norte del país es la zona con mayor desigualdad y para los peronistas un presupuesto tiene sentido sólo si logra que la pobreza disminuya», sostuvo Pablo Kosiner, del Bloque Justicialista.
Los diputados del peronismo no kirchnerista celebraron, de todos modos, las modificaciones incorporadas en la iniciativa, en su mayoría destinadas a reforzar las partidas de obras públicas para las provincias. Para ello se reasignarán 4500 millones de pesos al Ministerio del Interior y Obras Públicas, y se destinarán otros 5000 millones al Fondo Solidario Federal, que se distribuye automáticamente entre las provincias para obras de infraestructura. Esos cambios explican la mayoría contundente conseguida por el oficialismo.
Los diputados peronistas de La Rioja, alistados en el Bloque Justicialista, lograron una condonación de deudas de 28 empresas de esa provincia con la AFIP, por 3500 millones de pesos. Los representantes de Santa Fe, San Luis y Córdoba consiguieron que el Poder Ejecutivo se comprometa a devolver a esas provincias el 15 por ciento de coparticipación, según lo dispuesto por la Corte Suprema, en 2015.
Los números gruesos
El proyecto de presupuesto 2017 estima que la economía crecerá el 3,5 por ciento del PBI y que el déficit rondará el 4,2%. Asimismo, prevé una pauta inflacionaria del 17% anual y un tipo de cambio de $ 20 por dólar.
«El presupuesto estima que la economía crecerá el 3,5 por ciento del PBI y que el déficit rondará el 4,2%. Prevé una pauta inflacionaria del 17% anual y un tipo de cambio de $ 20 por dólar»
«Quizás este presupuesto no sea el que nos guste a todos. Pero hay un punto de inflexión que nos hace sentir orgullosos. Es el presupuesto que pudimos construir entre todos con el país que heredamos. No se compromete a gastar más de lo que podemos recaudar», dijo Mario Negri, presidente del interbloque Cambiemos, en el cierre del debate. «El populismo nos dice que es un presupuesto de derecha y la derecha que nos estamos sumergiendo en el populismo. Si corregimos algunas cosas, vamos por el buen camino», concluyó.
Minutos antes, el Frente Renovador explicó su voto positivo. «Este presupuesto viene mejorando respecto de años anteriores. Este presupuesto es producto de los acuerdos y del trabajo en conjunto. Somos una oposición constructiva y queremos hacer lo que pide nuestro Papa, de entre todos ponerle el hombro al país», afirmó el jujeño Alejandro Snopek.
El kirchnerismo mantuvo, en cambio, su postura de oposición férrea. Héctor Recalde explicó que votaban en contra porque el oficialismo ya había conseguido la mayoría necesaria y porque se trataba de un presupuesto «de ajuste y endeudamiento». Tras cuestionar los recortes en las áreas de derechos humanos y de Ciencia y Tecnología, sostuvo: «Estamos votando en contra para defender la soberanía nacional, la independencia económica y la justicia social, y defendiendo los intereses del pueblo».
Fuente: La Nación