Entre los juicios que iniciarán este año se destaca el que investiga el crimen del empleado de Austral Construcciones, el hombre que apareció muerto en el dique Cabra Corral en mayo de 2016. Al parecer lo habrían ultimado por $ 100 mil y un automóvil. (Aníbal Roldan)

Aunque no ha tenido tanta importancia en la prensa, durante la semana pasada se conoció que la fiscalía solicitó la elevación a juicio del caso Rodrigo Nardi Ríos, por lo cual el acusado de “homicidio agravado”, José Eduardo Cardozo, quien actualmente se encuentra detenido, tendrá que prestar declaración en los próximos meses.

A los 36 años, Rodrigo Nardi Ríos, apareció muerto en el dique Cabral Corral, el 29 de mayo del 2016. El tipo había sido empleado de la firma Austral Construcciones y delegado de la UOCRA en el sur del país. Su cuerpo tenía claros signos de violencia y había sido enterrado pero, por la lluvia, pudo ser encontrado por una persona que pasaba a metros de la ruta 68. A los investigadores les llevó varios meses dar con el ADN del cuerpo hasta que un cotejo genético con familiares de Nardi Ríos concluyó que se trababa de él efectivamente.

Desde un principio, la familia del hombre sospechó que había sido traído a Salta para “hacerlo desaparecer” puesto que no lograban explicar su presencia en el norte. Eso, tal vez, fue lo más difícil de explicar para Pablo Paz, fiscal a cargo del proceso investigativo: ¿por qué Nardi Ríos había llegado a Salta?

Para avanzar en la investigación y explicar esto, según comento el fiscal Paz, recurrió a llamadas telefónicas y declaraciones testimoniales que daban cuenta que Cardozo manejó el vehículo de Nardi Ríos y después lo vendió. Con esto se llegó a la siguiente hipótesis: que José Cardozo, el hombre de 39 años, que vivía en barrio La Paz, en el sudeste de la capital salteña, mató a Ríos para quedarse con 100 mil pesos y su automóvil.  Ocurre que la víctima había sido indemnizado con una importante suma de dinero, razón por la cual, Cardozo, que había ganado su confianza cuando era su jefe en Austral, lo convenció para llegue a estas tierras. La víctima llegó y se hospedó en un hotel de la zona de la terminal de ómnibus.

Cerca de la medianoche, a 500 metros de la ruta, un baqueano se sorprendió con el macabro hallazgo del cadáver del exempleado de Lazaro, a fines de mayo del año pasado. El hombre cuidaba sus animales cuando vio un pie que tenía una zapatilla que sobresalía de la tierra; al acercarse se dio con el cadáver de Ríos en pleno estado de descomposición y esqueletización. Enseguida alertó a los efectivos de la dependencia policial. Tras confirmarse el nexo con un personaje importante como Lázaro Báez, sindicado como testaferro de los Kirchner, la noticia tuvo un impacto nacional. Pero en Salta no fue tuvo el mismo efecto y en cierto modo es posible afirmar que no tuvo gran repercusión. De todos modos, la lista de sospechosos o cómplices quedó cerrada. Y la historia se encamina a una muerte por robo.

Con las pericias del CIF, el seguimiento de los últimos movimientos y las testimoniales en su contra, la fiscalía elevó en los últimos días la causa a fin de que Cardozo sea juzgado por el delito de homicidio calificado “criminis causa”, acusación por la que podría recibir una pena de prisión perpetua.