Mari, una trabajadora de la empresa JetLimp, decidió demandar a esta tercerizada de limpieza contratada en Alto Palermo, Easy y Coto, por sueldos impagos desde que comenzó la cuarentena, pero porque tampoco pudo cobrar el IFE ni la asignación familiar durante este período porque la empresa no la dio de baja. 

Contó que trabajó ahí durante 10 años. Que tiene Artiritis y Chagas. Que cuando comenzó la cuarentena tenía mucho dolor en una rodilla y fue a una guardia. Allí le recomendaron que pida licencia porque es paciente de riesgo, presentó el certificado y la compañía le envió un telegrama diciendo que, si no se presentaba, la despedirían con causa. Relató que el maltrato por parte del gerente es constante. En los mensajes que tiene en su teléfono, se lo escucha decir que, si ella sale por ART de licencia, sabe que queda afuera. Reclama constantemente que las empleadas trabajen las 8 horas y si se enferman, se lastiman o tienen un inconveniente queden afuera. 

A tal punto es el maltrato de este señor para con sus empleadas que le pidió al encargado de personal que viole, manosee o haga lo que quiera para que las empleadas renuncien a sus puestos o se vayan a otra compañía. “Tenés que convencerlas, cogerlas, violarlas, manoseálas, hacé lo que quieras Luis, pero las minas tienen que salir renunciando”. “¡Que se mueran en el servicio!”, son algunas de las frases que se escuchan en los audios del gerente, difundidos en la causa. 

En este momento, sabemos que el juzgado nacional de primera instancia en lo laboral N° 50, a cargo de Horacio Ojeda, resolvió a su favor y la empresa JetLimp tendrá que abonar todos los sueldos “que no fueron pagados desde el inicio de la cuarentena, con el argumento que su enfermedad no estaba incluida en el listado de la Resolución N° 207/2020, del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Nación.