¿Existe la vacuna? Sí, pero el gobierno no las aprueba para no gastar. Hay estudios que se realizan para combatir el dengue, solo si se autorizan se podrá aplicar durante el invierno y tendrá efectos a fines de este año o para el próximo. Mientras tanto el ministro de salud de la nación (Milei) le hecha la culpa al gobierno anterior.

Todas las provincias llevan adelante campañas de descacharrado y unas pocas optaron también por comprar las vacunas para inocular a la población ante el avance del dengue, entre ellas Salta.

La postura del ministerio de salud de la nación hasta el momento solo es la de observar y relatar la gravedad de la situación, la de oponerse a la vacuna, la de no garantizar repelentes para la población (el mercado de la oferta y demanda) y la de cargarle la culpa al gobierno anterior.

La pregunta es hasta cuándo el gobierno de Milei le seguirá hechando la culpa a los gobiernos anteriores?

El achicamiento del estado, el déficit cero, hace mella en la salud y en la vida de los argentinos, algunas familias ya pagaron con la muerte de algún ser querido está política que no mira al ser humano sino a los fríos números para la macroeconomía.

La epidemia es “más de seis veces mayor” que el año pasado y continúan las muertes

Es una estimación del Ministerio de Salud de la Nación al comparar los casos acumulados en lo que va de 2024 y el mismo período de 2023, pero siguen en la inacción.

Quince provincias informaron fallecimientos: tenían entre 1 y 91 años.

Se mantiene en 19 la cantidad de provincias en las que está circulando el virus del dengue.

Con la información disponible hasta el momento, durante las semanas [del 8 al 16 de marzo] se ha superado el número de casos respecto al máximo previo (que se había registrado en la semana entre el 26 de marzo y el 1 de abril] de 2023, cuando se habían contabilizado 18.211 casos”, destaca el equipo de Epidemiología de la cartera sanitaria nacional entre las características que van definiendo la epidemia de este año con respecto de las anteriores.

La epidemia sigue creciendo, como en las últimas semanas, en el centro del país y, con menos velocidad que desde noviembre pasado, en las provincias del noreste.

“Todo caso considerado dengue por diagnóstico clínico (síntomas) y nexo epidemiológico (en área en brote) en una consulta debe ser tratado como tal.

Esto es porque, si no lo son, el tratamiento –que es de sostén (reposo, hidratación, antitérmico según la indicación y seguimiento)– no le hará daño. Pero, si lo son y no lo reciben, puede ser grave, según amplió Cintia Fabbri, a cargo de la División de Biotecnología y Bioinformática del Instituto Nacional de Enfermedades Virales y Humanas “Dr. Julio Maiztegui” (Inevh).

A qué temperatura muere el mosquito del dengue?

La esperanza de muchos es que las temperaturas otoñales ayuden a reducir las colonias de estos insectos que hacen que sea difícil estar en un parque o en una plaza. A su vez, el país enfrenta un brote sin precedente de dengue. El movimiento de personas portadoras de la enfermedad que al ser picadas infectan a mosquitos sanos, más el cambio climático que trajo más calor y humedad, generaron un caldo de cultivo perfecto para la proliferación del Aedes aegypti.

Según el Ministerio de Salud de la Nación, en lo que va del 2024 se registraron 163.419 casos de dengue en la Argentina, y 129 personas fallecieron por la enfermedad. Los casos acumulados representan hasta seis veces más que lo registrado en el mismo período de la temporada anterior, y casi 10 veces lo registrado en la temporada 2019 y 2020.

Laura Harburguer, investigadora del Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa y y miembro del Consejo Nacional de este instituto, señala que el mosquito adulto de Aedes aegypti –transmisor del dengue– suele morir luego de cuatro o cinco días de temperaturas inferiores a 15 grados.

“En primer lugar, es importante aclarar que se trata de organismos biológicos y nada es exacto. Ellos buscan sobrevivir y adaptarse al ambiente. No todos se van a morir porque haya cinco días de 15 grados, aunque el mayor porcentaje sí morirá. Es importante destacar esta salvedad porque su objetivo es sobrevivir y reproducirse.”

Pero el problema no termina con el adulto, sino que también deberían morir las larvas y los huevos.

Las larvas resisten las bajas temperaturas, pero su ciclo se hace más largo con el frío. A una larva en condiciones de verano, con 25 grados de temperatura promedio, le demanda unos 10 días llegar a adulto. Pero cuando baja la temperatura demoran un mes o dos meses, pero es difícil que las larvas se mueran por el frío”, describe Harburguer.

Pero el caso de los huevos es aún más complejo porque sobreviven al invierno. De hecho, hay estudios que muestran que incluso sobreviven a temperaturas cercanas a los cuatro grados.

Dengue en Argentina: en qué consiste la revolucionaria técnica que promete combatir la invasión de mosquitos

En el medio de una invasión de mosquitos que azota a la Argentina y una curva de casos de dengue que se disparó en las últimas semanas, el Laboratorio de Control de Mosquitos del Centro Atómico Ezeiza está desarrollando, de manera experimental, una técnica de control de poblaciones del Aedes aegypti, mosquito transmisor de los virus del dengue, el zika y el chikungunya. La denominada “técnica del mosquito estéril” fue implementada por primera vez por el entomólogo Edward Knipling para el manejo de la plaga del gusano barrenador del ganado en EE. UU. En nuestro país, ya se la utiliza de manera masiva para combatir la mosca de los frutos.

La revolucionaria y prometedora técnica “consiste en la esterilización de los machos con radiación ionizante”, explica Marianela García Alba, licenciada en Ciencias Biológicas de la UBA y responsable del proyecto. Se encarga de precisar que los virus son trasmitidos por las hembras –de mayor tamaño que los machos–, que pican personas enfermas y se convierten así en vectores de la enfermedad.

Los huevos de los mosquitos, “materia prima” del laboratorio.

Los huevos son la materia prima de nuestro laboratorio”, explica Marianela García Alba. Los huevos son colocados en frascos con agua y, para que eclosionen y surjan las larvas, debe elevarse el nivel de la solución acuosa en los frascos, un proceso que simula en el laboratorio lo que ocurre durante las inundaciones y las lluvias, que sirven de caldo de cultivo para la proliferación de los mosquitos en la naturaleza.

De la irradiación de los machos a la suelta controlada

En ese momento, continúa esta experta, “se coloca a los machos en unas cajitas similares a las que se utilizan para los anzuelos y se los lleva a la planta de irradiación”, ubicada en el mismo Centro Atómico Ezeiza.

Mariana Mater Terrada, jefa del Departamento de Aplicaciones Agronómicas del Centro Atómico Ezeiza, se encarga de señalar que ninguna técnica de control de plagas es 100 % efectiva. “No es una solución mágica, sino que funciona como una herramienta complementaria de manejo de este vector, que no implica suplir las campañas de concientización de descacharreo y la fumigación”, aclara. “Actuamos, en forma sinérgica, para colaborar con las otras técnicas”, confirma García Alba.

Pero, que esto pueda llegar a aplicarse requiere que lo autorice el gobierno nacional, que tiene la política de ausencia del estado y esto hace que toda iniciativa que se realiza para afrontar la situación del dengue, o de cualquier otra que afecta la salud, y ahí es donde la ciudadanía siente que está sola para enfrentarse ante epidemias o necesidades sanitarias

Claramente que los impuestos que pagamos los argentinos NO son para que Milei se los entregué al FMI ni se los destine a la timba financiera ni para que sigan endeudando al país sino, para que se destinen a salud, educación y seguridad de la población.

Por lo tanto ante la situación del dengue es incomprensible que el gobierno nacional no esté entregando por lo menos repelente a la ciudadanía de manera gratuita ya que es para la protección de su vida y la de la familia.

Pero hacer la fácil de pararse como observador, relator de lo que pasa y de hechar la culpa a los gobiernos anteriores, mientras lo que está en riesgo es la vida de los argentinos.