Gustavo Sáenz salió del closet y transparentó al menos dos cosas: su acérrimo antikirchnerismo y su voluntad de trabajar en el espacio de Juan Carlos Romero. Lo que puso en evidencia todo, fue su reunión con el precandidato a presidente: el desangelado Sergio Massa.

Hay que admitir que la dupla es sumamente coherente: ambos parecen apegados a una apuesta de gestión de tipo empresarial, y ambos reivindican una visión insulsa de la política que interpela a ciudadanos pocos dispuestos al análisis político y menos aún a los debates ideológicos. Justamente por ello son tan opuestos al kirchnerismo al que suelen acusar de dividir a la sociedad. Por eso no sorprendió que Gustavo Sáenz declarara después de concretar la reunión con Massa lo que este suele decir siempre: “Con Sergio tenemos muchos puntos de encuentro, ambos somos hombres de diálogo y consenso, pensamos que los argentinos debemos dejar de pelearnos entre nosotros para trabajar en conjunto de una vez por todas. Entendemos que nuestros adversarios no son otros políticos, sino los problemas de la gente”.

La reunión se concretó durante el fin de semana y luego de la misma, Sáenz confirmó su lanzamiento como precandidato a intendente de la Capital salteña por el Frente Renovador. Antes de la reunión, había recorrido el Puerto de Frutos y el Centro de Operaciones Tigre (COT). “Como candidato a la intendencia de Salta, creo que hay muchos aspectos innovadores de la Ciudad de Tigre que deben imitarse, sobre todo lo vinculado a la seguridad y a la atención primaria de la salud. Lo esperamos en nuestra provincia para recorrer y disfrutar las riquezas, así como para dialogar sobre los problemas de los salteños”, concluyó Sáenz.