A 11 años del lanzamiento del Fondo de Reparación Histórica, se anunciaron dos obras hídricas que formaron parte del corrompido plan y que debieron entregarse en 2013. Los registros públicos desaparecieron, al igual que los millones de pesos que cobraron empresas privadas y municipios en concepto de adelantos. Las dimensiones de un desfalco histórico en 14 sencillos ejemplos.
Nicolás Bignante
Hace apenas dos meses el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, anunció vía Twitter la firma de un convenio con el gobierno de Salta para la construcción de una nueva toma de aducción en el embalse El Limón y la ampliación de la planta potabilizadora del dique Itiyuro. Las dos obras se habían licitado y presupuestado en 2012 dentro del Fondo de Reparación Histórica por un monto que hoy se multiplicó 87 veces. Jamás llegaron a concretarse.
Cada uno de los proyectos tenía un presupuesto inicial de $50 millones, cuando el dólar cotizaba a $4,74. A valores actuales, el monto para cada obra puede proyectarse en $4.135 millones. La empresa que ganó ambas licitaciones, J. P. Garín Construcciones, jamás brindó las explicaciones del caso pese a haber cobrado los adelantos correspondientes. Once años después, Nación y Provincia se “comprometieron” a avanzar con las obras cuyos procesos licitatorios se realizarán en mayo, en medio del proceso electoral.
Pero el caso de Garín Construcciones representa apenas uno de los tantos desfalcos registrados dentro del Fondo de Reparación Histórica que hoy vuelven a ponerse sobre la mesa. Hace apenas cinco meses, el senador oranense Juan Cruz Curá presentó un proyecto de declaración en el que “vería con agrado” que el ejecutivo provincial “incluya en el Presupuesto 2023, la reasignación de fondos presupuestarios para la concreción de la planta depuradora de líquidos cloacales, en la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán”.
La mencionada obra también fue licitada y presupuestada hace una década dentro del mentado plan. La firma ganadora fue Constructora Norte SRL, que cobró un adelanto del 35% del presupuesto inicial fijado en $30 millones, que a valores actualizados equivaldrían a $2600 millones. Sin embargo, los trabajos jamás iniciaron. Increíblemente, en 2014 se volvió a contratar a la misma empresa para concretar los trabajos, pero esta vez con fondos del Plan Bicentenario. Los ejemplos se multiplican a lo largo de los 175 proyectos presentados inicialmente en el mega-plan de obras. Aquí un breve pero necesario repaso por algunos de ellos.
El Génesis
El 24 de noviembre de 2011 el gobernador Juan Manuel Urtubey promulgó la ley 7691 de creación del Fondo de Reparación Histórica del norte, que abarcaría a los empobrecidos departamentos de: Rivadavia, Oran y San Martín. Posiblemente la prueba más contundente de su fracaso fue que 8 años más tarde los tres departamentos fueron declarados en emergencia sociohumanitaria.
En un pomposo acto en la ciudad de Embarcación, del que participaron intendentes y funcionarios del ejecutivo, se lanzó oficialmente el plan y se designó a Rodolfo Urtubey como jefe del mismo. Dos interrogantes se abrieron de inmediato: ¿De qué forma se garantizaría la transparencia de los procesos y cómo responderían ante un eventual escenario de devaluación?
A la primera pregunta respondieron con la conformación de un comité de evaluación y seguimiento que, entre otras cosas, sirvió para eludir las evaluaciones contables de la Auditoría General de la Provincia. Adicionalmente, se creo un registro público online para el seguimiento de cada una de las obras. El listado fue eliminado recientemente de la web.
En relación a lo segundo, no sólo no hubo una respuesta concreta, sino que además se pesificaron los 220 millones de dólares del empréstito por los que se empeñaron las regalías mineras. Sólo en esa operación se esfumaron más de 80 millones.
Las obras
En Hipólito Yrigoyen aún esperan por la construcción de la planta depuradora de líquidos cloacales, valuada originalmente en 6,5 millones y proyectada al día de hoy en $566.800.000. La empresa ganadora del concurso fue MEGA SRL.
Las obras jamás comenzaron porque el predio en el que iba a construirse pertenece a la Seabord Corporation, empresa que jamás cumplió con la cesión acordada con anterioridad. La firma en cuestión cobró los adelantos correspondientes a pesar de no haber registrado avance alguno.
Planta de líquidos cloacales de Morillo
En Rivadavia Banda Norte los problemas hídricos son acuciantes. La construcción de la nueva planta de tratamiento de líquidos cloacales pretendía paliar parcialmente esa situación. Con un monto actualizado de $280.506.000 asignado a la empresa Dal Borgo SRL se buscó dar respuesta a los problemas históricos del municipio, pero las obras jamás llegaron a concretarse y el destino de los fondos es un completo misterio.
Planta depuradora de Pichanal
En las tierras de Julio “para robar hay que ser inteligente” Jalit también se registraron varias irregularidades. La planta depuradora de líquidos cloacales de Pichanal se presupuestó en un monto que, a valores actuales, alcanza los $784.800.000. A ella debe sumarse la ampliación de redes cloacales y colectora máxima por un valor de $436 millones.
Ambos proyectos fueron asignados a MEGA SRL, que nuevamente dejó inconclusas las obras.
La colectora máxima ni siquiera llegó a concretar el ensamble de tuberías para conectar la planta con el pueblo. En una visita al predio destinado para tal fin, se pudo constatar que los tubos de PVC sin conectar estaban amontonados en una finca privada, todos ellos marcados con una fecha: agosto de 2013. Mientras tanto, en barrios como Mataderos, aún padecen los efectos del vuelco de efluentes cloacales a metros de las viviendas.
Redes cloacales de Orán
La obra denominada “Infraestructura para nuevas urbanizaciones de Orán” buscaba dar respuesta a los vecinos de las barriadas San Juan, Nudsken y Balut de la ciudad norteña. Las tareas quedaron a cargo de la municipalidad de San Ramón de la Nueva Orán que se hizo de un monto equivalente a $273.699.000 actuales.
En los barrios mencionados, los vecinos aseguran no haber visto una sola máquina municipal realizando tareas, al tiempo que aseguran que sus problemas persisten por la falta de redes cloacales.
Mercado municipal de Orán
En la zona sudeste de la ciudad de Orán, el municipio dispuso de un enorme terreno para construir un Nuevo Mercado Municipal para el traslado de los trabajadores del abasto. Se trata de un curioso caso en el que un proyecto no sólo mutó en su naturaleza, sino que, además, pasó a integrar otro plan de obras.
Con un presupuesto actualizado de $218 millones, la obra realizada en el lugar no reúne las condiciones para el traslado de los puesteros, que al día de hoy siguen trabajando en las viejas instalaciones del mercado de abasto. De esa forma, lo que en primera instancia se presentó como «Nuevo Mercado Municipal», quedó registrado oficialmente y se inauguró en junio de 2019 como «Nuevo Paseo de los Artesanos». Las ambiciones edilicias se achicaron, pero los montos presupuestados se multiplicaron siete veces. Las partidas que inicialmente se asignaron a la municipalidad de Orán, finalmente se entregaron a la empresa Romero-Igarzabal SRL como parte de otro plan de obras: El Plan Belgrano.
Terminal de Morillo
Para la concreción de la única estación de colectivos del pueblo se destinaron, por entonces, 2 millones de pesos ($174,4 millones a valores actuales) que nadie puede explicar seriamente dónde fueron a parar. La obra fue borrada de los registros digitales del Fondo de Reparación Histórica y todo indica que no va a reactivarse en el futuro cercano.
Las obras fueron asignadas a la municipalidad de Rivadavia Banda Norte y deberían haber finalizado en 2015, pero luego de la salida de la intendenta Marcela Carbajal las obras quedaron estancas.
Redes cloacales para Santa Victoria Este
La empresa Ecosuelo SRL fue la ganadora de la licitación para la construcción de las redes domiciliarias de Santa Victoria Este, con un presupuesto que al día de hoy rondaría los $261.600.000. Los últimos números disponibles antes de ser eliminados de la base de datos daban cuenta de que el avance físico de la obra era de un 21%, mientras que los desembolsos llegaban al 50% del presupuesto total. Desde 2016 en adelante, las etapas subsiguientes quedaron a cargo del Plan Nacional Hábitat.
La empresa Ecosuelo SRL, además de retirarse del territorio, fue denunciada por contratar obreros originarios en negro. El encargado de alzar la voz en aquel entonces fue el dirigente wichí Pedro Lozano. En una de las últimas conversaciones con Cuarto Poder, relató: «No volvieron más y encima hicieron trabajar personal en negro. Cuando discutí con el representante de ellos -Daniel Barzola- me dijo que, como indio, no tengo nada que ver en temas de cloacas».
Control de cárcavas en Aguas Blancas
Una obra sencilla con un presupuesto que al día de hoy representarían $96.754.000 se asentó en los registros como ejecutada y finalizada. Sin embargo, meses después de concluidas las tareas se evidenciaron deficiencias graves en su realización. El “Control de cárcavas y desagües pluviales” de Aguas Blancas quedó a cargo del municipio fronterizo y en las ejecuciones presupuestarias figuran movimientos de dinero fuera del plazo de obra. Además, las fechas de finalización del proyecto informadas por el municipio y la provincia no son coincidentes.
Obras de saneamiento en Colonia Santa Rosa
La obra “Ampliación de planta de líquidos cloacales, colectora máxima y sistema de bombeo” de Colonia Santa Rosa fue asignada a la empresa MEGA SRL por un monto de $533.660.000 a valores de hoy. Preveía un plazo de ejecución de 540 días, por lo que debía haberse entregado en 2014 a más tardar. Sin embargo, la provincia recién adquirió el terreno para la obra en 2016 con fondos del Plan Bicentenario. Los desembolsos a la empresa contratista llegaron al 50% del presupuesto inicial, pero en el terreno sólo se hicieron los piletones. No se avanzó en el sistema de bombeo y los efluentes aún hoy van a parar a vertientes que se mezclan con basurales.
Electrificación ruta 86
La obra emblema de la desidia y la corrupción es, sin dudas, la electrificación del camino a Tonono desde la ciudad de Tartagal. Los 7 millones de pesos asignados como presupuesto inicial (hoy serían $610.400.000) fueron girados a la municipalidad de Tartagal bajo convenio con la secretaría de Asuntos Municipales de la provincia. A su vez, el municipio comandado por entonces por Sergio Leavy, subcontrató a la empresa J. P. Garín Construcciones para llevar adelante los trabajos. Al igual que otras empresas afectadas a obras millonarias en el norte provincial, Garín se retiró del territorio aduciendo conflictos con las comunidades originarias y criollas de la zona.
Por la instalación de postes de madera al costado de la ruta 86, que no supone ni el 20% del avance físico de la obra, se desembolsó casi el 45% del presupuesto. Del Fondo de Reparación Histórica, como pasó con innumerables obras en el norte, la electrificación a Tonono pasó a incluirse en el Fondo del Bicentenario, por el que se volcaron 350 millones de dólares provenientes de la timba financiera.
Mucho más increíble aún es el hecho de que la obra haya sido incluida, al menos en dos oportunidades, en el presupuesto municipal de la ciudad de Tartagal. Los concejales llamaron la atención en más de una oportunidad sobre los costos significativamente superiores con los que se había asentado el ítem «Electrificación Tonono». A comienzos de 2018, el municipio comandado por el hermano de Sergio Leavy preveía desembolsos $13,2 millones; a comienzos de 2019 esa suma asciende a $22,8 millones y en junio de ese mismo año, el actual intendente proyectaba un costo de $27 millones; es decir, cuatro veces por encima del presupuesto inicial y habiendo pagado una suma importante por la colocación de postes.