Hicieron un allanamiento en Tartagal que la policía anuncia como el desbaratamiento de una boca de expendio, pero en realidad parece más la casa de un fumón que la de un narco peligroso.

A prensa de la policía le ha dado por tener cuidado con enunciar las cantidades incautadas en cada operativo y salvo que sea uno de gran magnitud, siempre tiran medidas extrañas, nunca el gramaje.

En este caso un operativo en la ciudad de Tartagal -caracterizada por el denso tráfico no sólo de estupefacientes-, en el barrio Néstor Kirchner, donde fueron detenidos dos jóvenes de 18 y 21 años.

El secuestro fueron 10 bochas de marihuana prensada, o en la jerga policial más conocida como sustancia vegetal disecada en forma de picadura, dos celulares y 616 pesos. Una pobreza terrible.

Por disposición de la Fiscalía Penal 1  del Juzgado de Garantías 2 ambas personas quedaron detenidas con audiencia para hoy.

En Güemes otros dos jóvenes de 17 años fueron detenidos en inmediaciones del barrio S.O.E.M. Los changos en un intento de fuga arrojaron 12 envoltorios de las mismas características antes descriptas: en su interior había sustancia vegetal disecada en forma de picadura.