El Presidente Macri y la gobernadora de Buenos Aires María Eugenia Vidal se involucran cada vez más en la campaña bonaerense. Esteban Bullrich se consolida finalmente como principal candidato.
Ya no quedan dudas: el presidente Mauricio Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal serán los responsables y principales protagonistas de la campaña. Ambos se presentan en estos comicios con un denominador común: octubre oficiará como una especie de plebiscito sobre sus gestiones.
Los candidatos de Cambiemos, particularmente en la provincia de Buenos Aires, deberán contar con una característica especial, deberán ser transparentes. Pero no sólo como un valor sobre su honestidad, sino que dejen traslucir a las figuras de Macri y Vidal.
Ayer, nuevamente, el Presidente y la gobernadora compartieron un escenario en el territorio bonaerense -visitaron una pyme en Vicente López-, donde se jugará gran parte de la elección en octubre. Fue el tercer acto en el que se mostraron juntos en la semana, lo que demuestra el peso que le da el Gobierno a ese escenario.
Macri y Vidal, al igual que el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, serán los que lleven adelante la campaña; de hecho ya lo están haciendo. Pero no serán los únicos. «Lo de Mauricio no es nuevo. Ya estuvo en Chaco y en Corrientes. Va a ir a todos lados, pero no solo él. Además tenemos a los ministros y a los candidatos», dijo a La Nación un hombre con acceso diario al despacho presidencial.
Sin confirmación de candidaturas, salvo por la excepción de Elisa Carrió en la Capital, en la Casa Rosada destacaron que recién se develarán el 24 de junio, día del cierre de las listas, a última hora. «Somos oficialistas, no necesitamos instalarnos», explicaron fuentes cercanas a la Jefatura de Gabinete.
Pero lo cierto es que en el territorio bonaerense el listado ya está casi definido. Según pudo saber La Nación, el ministro de Educación, Esteban Bullrich, volvió a recuperar terreno y se encamina a encabezar la boleta de senadores, seguido por Gladys González. Bullrich habló el miércoles con Vidal y le manifestó que quiere ser su candidato, actitud que valoró la mandataria.
«Era algo que, sin decirlo, Vidal esperaba de él. Un cambio actitudinal, que demuestre para adentro que quería encabezar la boleta. Esta elección podría convertirlo en una figura nacional», confió una fuente cercana a la gobernadora.
En la boleta de diputados aparecen el neurólogo Facundo Manes, Héctor «Toty» Flores y Graciela Ocaña, que presenta alguna resistencia en el macrismo bonaerense por su paso por el gobierno de Cristina Kirchner. Y también está confirmada una vuelta inesperada: Guillermo Montenegro, hoy al frente de la embajada argentina en Montevideo, peleará por un escaño.
Una de las preocupaciones del comando que dirige la campaña bonaerense es mostrar a Vidal acompañada de un equipo. Hoy, según los últimos estudios de focus group que le presentó el consultor Jaime Durán Barba, Vidal aparece como una luchadora contra las mafias, pero en soledad.
«Somos muy optimistas y estamos muy esperanzados en este proceso de cambio profundo que está viviendo la Argentina», sostuvo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, protagonista del armado nacional de Cambiemos.
El «optimismo» del ministro coordinador tiene que ver con las encuestas que maneja el círculo más cercano del jefe del Estado. Según los trabajos que realiza de forma permanente Durán Barba, la imagen del Gobierno crece de forma sostenida desde la marcha del 1-A. «Lo mejor que tenemos es que no dependemos de los indicadores económicos. Hoy la brecha entre lo que ocurre y cómo cree la gente que estaremos en el futuro es del 30%», describieron fuentes oficiales.
Pese a que públicamente todos los voceros del oficialismo le restan importancia a la posible candidatura de Cristina Kirchner, lo cierto es que esa alternativa tiene impacto. «Ahora más que nunca será el futuro contra el pasado; será una buena oportunidad para mostrar que nosotros peleamos contra las mafias», se entusiasmó uno de los principales asesores del Presidente. También consideran importante el rol que podría jugar Florencio Randazzo, quien según las cuentas del oficialismo le restaría entre nueve y seis puntos a su ex jefa.
Fuente: La Nación