Su enfermedad no le permite movilizarse y no posee ingresos para subsistir. Desde Desarrollo Social le prometieron un subsidio que nunca llegó.

 

Darío Arias padece obesidad mórbida y dice estar «en la ruina», ya que apenas subsiste con una pensión de Anses de 31 mil pesos. Lleva ocho años peregrinando para obtener una ayuda económica por parte del gobierno provincial, pero hasta ahora sólo cosechó promesas.

«Estoy pasando por un mal momento de salud sin poder caminar ni cinco metros. Fui al hospital Oñativia y nuevamente me discriminaron por no tener obra social. Me hicieron eco Doppler, una ecografía en la pierna, tienen que cauterizar y operar una parte porque no tengo buena circulación», relató a Cuarto Poder.

«Me dijeron que en el hospital público no pueden operarme. Les pregunté si tenía que esperar a morirme y me dijeron que sí. Me puede agarrar una trombosis y eso puede llevar a un paro cardiorrespiratorio», añade.

Su situación económica es crítica. Meses atrás falleció su madre y para poder acompañarla durante sus últimos días de vida solicitó un préstamo en Anses. Hoy sus ingresos mensuales se redujeron de $31 mil a $23 mil como producto de esa solicitud.

«Le pedí ayuda a la ministra Silvina Vargas en un canal televisivo y se comprometió al aire a darme un subsidio para ayudarme. Pero hasta ahora sigo esperando la ayuda. Yo cobro 31 mil pesos que ahora son 23 por el préstamo de Anses. Pago 17 mil de alquiler, más la boleta de luz… no me queda nada», sostuvo Darío.

«La ministra (Silvina Vargas) jamás me atendió. Me dieron 3 bolsones alimentarios para poder subsistir y me dijeron que no me podían ayudar más. Hace 9 años que pido ayuda y nadie me da una mano. Estoy en la ruina. No quiero morir, quiero vivir«, finalizó.