Otra mujer fue hallada sin vida esta semana. Cuarto Poder repasa los casos de femicidios en Salta y los casos de mujeres que siguen desaparecidas en una provincia que sancionó la creación de un Registro Provincial de Información de Personas Extraviadas, pero no registra las desapariciones. (Andrea Sztychmasjter)

Varios datos se barajaron en cuanto a la mujer encontrada muerta a 6 km del peaje Aunor el lunes en horas de la mañana. Primero, que tenía cerca de unos 30 años y que habría sido madre al menos dos veces, que antes de su muerte había sido violada violentamente aunque después dijeron que se trataba de una relación consentida. Todo resultó un paso en falso. Datos erróneos y desmentidas dejaron al descubierto una vez más cómo se trabaja en Salta cuando se presentan este tipo de casos. Este jueves finalmente la policía de Salta informó que se trata de una adolescente de 16 años, Paola Ramirez y que tenía un bebé de 7 meses. “Se trata de una menor de 16 años, que residía junto a su familia en barrio San Antonio, de la Capital. Familiares de la víctima habían realizado una denuncia por fuga de hogar, lo que derivó en una línea de investigación, hasta que se logró la identificación y reconocimiento”, informó la Policía mediante parte de prensa. Todavía no hay ningún detenido ni indicios que den cuenta de los responsables de su muerte.

Este viernes se dio a conocer que Noelia Johana Rodríguez, de 22 años, sigue desaparecida en Guachipas, por ello hay dos detenidos entre los que se encuentran su ex pareja, quien habría confesado haber matado a Noelia. Integrantes de la División Trata de Personas y de otras divisiones se encuentran aun en la búsqueda de la joven.

Femicidios durante este año

Aunque cuesta acceder a información sobre estos casos, se tiene contabilidad de al menos 6 casos de femicidios en Salta sólo en estos primeros meses del año. El primero ocurrió el 19 de febrero en Campo Santo, Liliana Romero de 46 años fue muerta por su concubino Julio Flores de 51, que después de matarla se ahorcó. Liliana tenía 4 hijos. Según datos de la autopsia, la mujer murió casi instantáneamente producto de tres heridas con arma blanca que le causaron una hemorragia masiva.

El otro caso ocurrió pocos días después el 25 de febrero en Joaquín V. González.  Un hombre de 34 años mató a su pareja, María Albornoz de 27 años, quien murió por asfixia por ahorcamiento.

Otro ocurrió los primeros días del mes de marzo. Camila Bulacio de 27 años fue asesinada en Salvador Mazza por su marido, Víctor Hugo Ambertin. Camila murió por “traumatismo de cráneo con fractura occipital, traumatismo hemotorax con fractura costal izquierdo”, según informaron en el domicilio del hombre se encontró un palo de un metro de largo con manchas de sangre, restos de cabellos, un colchón con sangre y prendas de vestir de la víctima.

A fines de marzo de este año también se dio a conocer el femicidio de Urbana Severo, una mujer perteneciente a la comunidad Lapacho II, en Tartagal. El cuerpo de Urbana fue encontrado boca abajo y semi sumergido en un charco de barro que se formó por efecto de la fuerte tormenta de esos días. La mujer tenía colocada una campera cubriéndole la espalda y los brazos,  pero se hallaba desnuda de la cintura para abajo. También trascendió que le introdujeron un objeto punzante de gran tamaño en los genitales. Aunque mucho se dijo en los medios sobre este caso, poco se sabe con ciencia cierta, se había informado que había al menos dos detenidos por el hecho. Periodistas de Tartagal desmintieron esa información y agregaron que no había ningún detenido. Lo último que se supo del caso es que vecinos de esa comunidad marcharon pidiendo justicia por Urbana hasta el edificio donde funciona el Ministerio Público Fiscal; allí fueron recibidos por el fiscal Pablo Cabot que tiene a su cargo la investigación.

El otro caso ocurrió el 7 de abril,  Jordán Revilla (19), asesinó a su madre María Mamaní (44) en Barrio Mosconi, en la capital salteña, después hirió a sus hermanos/as de 15 y 22 años.

Registro sin registro

En la provincia no existen datos oficiales y precisos que den cuenta de la cantidad de mujeres desaparecidas, aunque el 16 de Junio de 2011 se sancionó en Salta la creación del Registro Provincial de Información de Personas Extraviadas. Este registro tenía como objetivos: centralizar, entrecruzar, organizar y difundir información en una base de datos de todas las personas desaparecidas en el ámbito local, asimismo con la sanción de esta ley se habilitaba una página web donde se informarían todos los datos que contribuyan a la posible identificación de las personas extraviadas. Este registro que dependía del entonces Ministerio de Gobierno, Seguridad y Derechos Humanos de la Provincia no emitió información y en la actualidad ninguno de los tres ministerios por separado ofrece datos concretos. A fines del año pasado Marcelo Baez, vocero del Poder Judicial en Salta, informó que hasta esa fecha había 11 personas desaparecidas, 10 mujeres y un hombre. Los casos más conocidos son los de Marcela Mamaní y María Cash.

Con respecto a esta última, esta semana se dio a conocer que el Papa Francisco se comunicó con María del Carmen Gallego, mamá de María Cash para darle el pésame por la muerte de su esposo y el apoyo en la búsqueda de su hija María. Al respecto, la mujer en una carta pública escribió: “Del mismo modo que el llamado y la oración de su Santidad me enriquecieron el alma, deseo que esta carta no se transforme en uno más de los tantos pedidos desesperados de justicia que escuchamos diariamente, sino en una acción concreta por parte del Juez Miguel Antonio Medina, titular del Juzgado Federal Nº 2 de Salta y del Gobierno Nacional y Provincial de Salta. Todos ellos responsables primarios por una búsqueda que hasta ahora no ha tenido ningún resultado”. Con respecto a Marcela Mamaní, hay que decir que la joven madre de 25 años desapareció el 17 de febrero de 2012 en Villa Asunción y el principal sospechoso de su desaparición es su ex novio Javier “Indio” Aramayo.

En la semana dieron a conocer que Delma Araceli Abigail una joven de 16 años es buscada intensamente en Salta. La joven no volvió a su hogar desde el 20 de abril de este año. Se suman los casos de María Esther Maidana, de 28 años, desaparecida en el barrio San Benito en diciembre de 2008; Cinthia Jurado, del barrio Limache, a la que no se vio más desde febrero de 2009; y Mabel Guerra, de 30 años, desaparecida en 2009, de Apolinario Saravia.

Sin identificar

En 2012, Salta volvía a la escena nacional tras conocerse el caso de las dos jóvenes encontradas ahorcadas en cercanías del rio Ancho: Luján Peñalva y Yanina Nüesch. A solo días de este hallazgo, en Pichanal ocurría otro: encontraban el cráneo, un fémur, un corpiño y un pantalón vaquero de una mujer a la vera de la ruta 5 entre Pichanal y Orán. Los restos tenían una anti­guedad de cuatro meses aproxima­damente. Aunque en primer momento se creía que se trataba de María Cash, los estudios de ADN confirmaron que no lo era, aunque hasta el día de hoy no se sabe la identidad de la mujer, solamente que fue muerta de una puñalada al corazón. “Las primeras pericias indican que la remera y el corpiño presentan sendos cortes complementarios que dan fe de que la persona fue asesinada de una cuchillada en el corazón. De la misma manera, hallaron señales de un golpe en la cabeza, pero que no habría sido mortal”, señalaron las investigaciones ordenadas por el juez penal de la causa, Oscar Blanco, de Orán.

A tres meses de ese episodio se produjo otro similar en Cafayate: encontraron el cuerpo de la correntina Fanny Escalante desaparecida el 14 de enero. Fanny fue encontrada a la altura del kilómetro 2 sobre la ruta nacional 68, frente a una urbanización privada, luego de que animales comenzaran a desmembrar el cuerpo.

Peritos y antropólogos salteños habían logrado reconstruir el rostro del cadáver a través de un trabajo encargado por el juez Arancibia. Los especialistas hicieron una escultura, le aplicaron pintura de color piel, luego se le colocaron pelucas de cabello natural de un largo medio estimativo y se le tomaron fotografías con las distintas caracterizaciones. Finalmente la “aproximación facial forense” realizada por el CIF no se parecía en nada a Fanny.