El exintendente de Campo Quijano reconoció el delito y se justificó de la peor forma. Aseguró que esperaba que Folloni lo intimara a devolverla. 

 

En la jornada de ayer de la audiencia debate seguida contra Manuel Cornejo y Carmen Méndez, el exintendente de Campo Quijano volvió a solicitar al juez Guillermo Pereyra, prestar testimonio.

Cornejo admitió que compró la camioneta Chevrolet S10 con fondos municipales a través del libramiento de cheques y que, tras finalizar su gestión a cargo del Ejecutivo y, como se encontraba deprimido, se llevó el vehículo a su casa y que “esperaba que Folloni (por el actual intendente de Campo Quijano), lo intime a devolverla”.

Concluida la declaración de Cornejo, que duró menos de cinco minutos, la investigadora del Gabinete Económico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales inició su testimonio, explicando que toda la documentación se analizó en forma conjunta con la perito designada por la Corte de Justicia de Salta y por el perito de la defensa.

La jefa de Investigadores del Gabinete Económico expuso a lo largo de varias horas ante el Tribunal la pericia realizada y cada uno de los documentos que llevaron a elaborar el informe final –en forma conjunta con la perito designada por la Corte de Justicia- en el que estimaron que el perjuicio al erario municipal producido por el exintendente de Campo Quijano y la exsecretaria de Hacienda, se ubica en el orden de los $78.137.148,36.

La cifra, actualizada a valores actuales, equivaldría aproximadamente a mil millones de pesos.