Camisetas de 250 dólares, cuadros de la intendenta, banderas de flameo y cenas que rozan el millón de pesos son sólo algunas de las frívolas compras que autorizó la municipalidad en el último año. Las evidencias de la sangría económica municipal comienzan a asomar a dos meses del recambio gubernamental.
Tras el escándalo revelado la semana pasada en un artículo de este semanario, en el que se da cuenta de pagos millonarios a desmalezadores municipales, se conocieron más detalles del destino de los fondos públicos durante el último tramo de la gestión bettinista. A las incontables redeterminaciones de precios, obras complementarias y contrataciones para tareas de mantenimiento, se suman compras inexplicables que rozan lo chabacano.
Entre 2022 y 2023, no sólo se triplicaron los montos destinados a la refacción de la plaza central. También se multiplicaron las contrataciones para tareas accesorias en el puente sobre calle Ayacucho y se destinaron ingentes sumas al mantenimiento de las mentadas bicisendas. Los gastos en sonido para eventos parecen monstruosamente abultados y el dinero destinado a servicios de catering roza el ridículo.
Las compras no se quedaron atrás. Para la adquisición de llaveros impresos con el logo de la municipalidad se destinó más plata que para las reparaciones en el techo del edificio de la secretaría de Tránsito. El ítem “Trabajos de pintura y reparación de techos”, en tanto, representó apenas la mitad de lo destinado a comprar botellas deportivas. Por momentos, el listado de órdenes de compra del municipio se parece mucho a un inventario de una fiesta de 15 años.
De cotillón
A comienzos del tercer mes del año, el municipio asentó la compra de banderas de flameo por la increíble suma de $1.475.000,00. La empresa beneficiada fue “La Nueva Forma SRL”, que también provee indumentaria de trabajo para varias de las dependencias municipales. El monto destinado supera ampliamente el presupuesto aprobado para “Trabajos de capa aisladora, mampostería, revoques, carpintería y techos para el centro de adopción N. Mansilla” ($1.280.176,32). Las prioridades del bettinismo nunca quedaron tan en evidencia.
Para impresión de agendas, una compra aprobada en abril por la Subsecretaria de contrataciones Luciana Barros Ruiz, se destinaron $781.000,00. Asimismo, para la impresión de almanaques se gastaron $563.380,00. La firma Artes Gráficas SAS fue la encargada de proveer los productos en ambos casos. Para esta compra, se desembolsó más del triple que lo destinado a servicios de sanitización y fumigación contra el dengue en dependencias municipales ($248.519,00).
Otros $606.000 se gastaron el mismo mes en calcomanías. Para la adquisición e impresión de los productos se contrató a la empresa Cartoon S.A. por un monto que se equipara al destinado para la instalación de equipos de radiocomunicaciones ($552.800,00).
Uno de los gastos más superfluos fue el de “botellas deportivas” por $790.000,00, a lo que debe sumarse la “adquisición e impresión de vasos térmicos y botellas” por $550.000,00. Muchas obras, por lejos más prioritarias, no contaron siquiera con la mitad del presupuesto. Tal es el caso de las reparaciones de techos, que se llevaron apenas $385.000,00.
Un poco más atrás en cuanto a montos, quedó la compra de 5 enmarcados de foto de doble vidrio para cuadros de la sra intendenta destinados a las secretarías”, por $25.000,00. Finalmente, el ítem “gorras” se llevó $695.000,00 del erario municipal.
Las camisetas de Cruz
Entre el 12 de abril y el 3 de mayo de 2022 ingresaron 7 expedientes a la secretaría de Hacienda municipal para la compra -en todos los casos- de 16 camisetas deportivas. Lo llamativo del caso es que para cada compra se presupuestaron $768.000,00, totalizando $5.376.000,00 para las siete operaciones.
Considerando un dólar paralelo de $195 para la fecha en la que se asentaron las compras, por cada camiseta, el estado municipal pagó el equivalente a USD 250. Todos los pedidos llevan la firma del exsecretario de Gobierno y actual vocal del Tribunal de Cuentas, Benjamín Cruz. El exfuncionario es ahora quien debería investigarse a sí mismo por los millonarios dispendios.
Sonido y Catering
De las 10 contrataciones de servicio de sonido, sólo 3 están por debajo del millón de pesos. Una de ellas, registrada en abril de este año, alcanzó los $7.461.111. El proveedor, en este caso, fue Jonhatan Picatti.
Sin embargo, más llamativas resultan las sucesivas contrataciones de catering que, en algunas ocasiones, superan los $700.000. En ocasión del inicio de las sesiones ordinarias del concejo deliberante, la secretaria de Prensa, Valeria Capisano solicitó un “Servicio de catering para acompañantes de la intendenta en la apertura de sesiones”. ¿El monto? $780.000,000. En julio de 2022 también se aprobó un presupuesto de $200.000,00 para un “Cena de promoción para la selección de rugby de Escocia”, que incluyó: cena, show de folklore, malambo y música en vivo.
Reparación de bicisendas:
Más de $70 millones destinó el municipio a mediados de este año para el mantenimiento de ciclovías. Las obras, se dividieron en dos: “Provisión e instalación de cartelería y demarcadores viales para la red de ciclovías” y “Servicio de reparación de superficies y demarcación horizontal con pintura vial aplicada en caliente de ciclovías”. Las órdenes fueron emitidas por la Coordinación General de Contrataciones de la Municipalidad y cada una estuvo en montos cercanos a los $ 30 millones a liquidar.
Las empresas que resultaron adjudicadas de las obras fueron Metalcon S.A.S y DO IT S.A.S, cuyos titulares son el empresario Cristian Fernández y Eugenia López Cross–en el caso de Metalcon–y Joaquín Eduardo Dahl, por DO IT.
Una de las curiosidades que figura en el Boletín Oficial de la Provincia, es que Fernández figura como administrador suplente de Dahl en la empresa DO IT, por lo que el empresario tendría participación en ambas firmas que resultaron adjudicadas.
Las obras comprendieron “todos los trabajos necesarios, entre otros: Inspección inicial y periódica y mantenimiento/recambio de señalética vertical y horizontal, mantenimiento del trazado, demarcación y pintura, mantenimiento/recambio de rampas y separadores (PVC u hormigón), limpieza de calzada y eliminación de obstáculos (poda de ramas etc.), mantenimiento de la superficie de circulación con eliminación de baches y reparación de tramos. Comprende la provisión de mano de obra, dirección, materiales e insumos y las herramientas necesarias”.