Los nuevos ediles generan cierta expectativa en la  población.  Soledad Gramajo juró; pero no se descarta que inicien un proceso que termine en su destitución. Bettina le bajó el dedo en plena jura, sin sutilezas.

Bettina Romero estaba en primera fila. Durante los primeros dos años de su gestión como el intendenta su relación con el Concejo Deliberante fue mala. Tensa. Pese a que intentó en varias oportunidades crear algo parecido al diálogo, esa relación estuvo plagada de malos entendidos y críticas. Cada sesión se convertía en un tsunami de críticas para la fácilmente criticable gestión de Bettina. ¿A quién no le gusta hacer leña del árbol caído? Era tan fácil machacar sobre una gestión que hace aguas por todas partes, que pocos ediles lograban contenerse.

Bettina Romero y Darío Madile

 

Por eso ahí estaba Bettina, para sopesar qué tanto la castigarán los nuevos.  Guillermo Kripper habló de mantener una buena relación con la Municipalidad, aunque, en general, los saencista no han sido muy piadosos con la intendenta.

Guillermo Kripper y Alicia Vargas

 

Sí ha quedado en claro que Soledad Gramajo, hasta hace unas semanas edil romerista, será su archienemiga. Eso si dura. Bettina Romero, con un sutil gesto (en realidad nada sutil) dio a entender que no la quiere ahí. antes de que la conductora dipsómana tomara juramento, la intendenta se retiró del recinto.

Gramajo juró igual. No juró por Budweiser ni por  Johnnie Walker, sino por Dios.  Sin embargo, no tiene asegurada su banca.

Soledad Gramajo

Ignacio Palarik también se refirió a la polémica con Gramajo, y expresó que su accionar “aleja a la sociedad de la política”. No obstante, pidió respetar la Carta Orgánica y esperar a la conformación de la Comisión de Juicio Político para que investigue y presente todas las pruebas, con el objetivo de terminar de fijar la posición de sus pares respecto a la posible destitución.

Ignacio Polarik

 

Al ser consultado sobre la posibilidad de que el proceso para iniciar un juicio político contra Gramajo demore hasta mediados del próximo año, el concejal Guillermo Kripper afirmó que de ingresar la nota de solicitud en los próximos días existe la posibilidad de llamar a sesiones extraordinarias.

Más decidido se lo sintió al chico del PRO, Pablo López: «»Nuestro bloque tiene una postura muy clara que es que la concejal tuvo una actitud que deslegitima el cuerpo»…. Nosotros vamos a presentar una nota para que actué la comisión de disciplina. Porque su accionar individual deslegitima un cuerpo de 21 concejales», dijo. Y acotó: «Lo que decimos en el caso de Gramajo es que la gente no la hubiera votado de haber sabido el accionar de ella previamente».

Pablo López

 

Darío Madile eligió las palabras con más cautela: «La concejal Gramajo ya juró. Ahora es responsabilidad del cuerpo legislativo en avanzar con lo que nos indica la Carta Orgánica municipal o lo que dice el reglamento y este señala que frente a una denuncia o una nota pedida por parte de algún concejal, se tiene que conformar una Comisión de Disciplina y juicio político. En base esa conformación comienza el mecanismo propicio para: primero, el derecho a defensa por parte de la concejal (Soledad Gramajo); segundo para poder reunir y conocer los hechos que se le imputan; y a partir de eso poder generar una opinión para que los concejales podamos tomar una determinación. Todo en base al procedimiento que se debe hacer”.  Y acotó: “Primero hay que comprobar que estaba alcoholizada, hay que comprobar muchas de las cuestiones que solo se ven en un video. Para eso se conformará la comisión para que se estudien las cosas y a base de esos elementos se tomará una decisión”.

Si se analizan algunas de estas frases se notará que hay una pizca de dudas. Esa duda es más fuerte en Paula Benavidez,quien afirmó que la actuación de Gramajo en los videos difundidos son moralmente cuestionables, en tanto opinó de realizarse un juicio político en contra de su par estarían al frente de serios problemas para determinar la veracidad de los hechos.

Paula Benavidez

 

Hay algo en que casi todos están de acuerdo: bajarla a Gramajo sería hacerle el juego a Bettina Romero, quien quiere  que asuma Aroldo Tonini en ese lugar. Ya hemos dicho, en estas páginas, que Gramajo, aún después de bajarse un barril de vino Toro, tendría más sentido común y más neuronas en funcionamiento que Aroldo Tonini sobrio.

Aunque ya no es edil, la que dio la nota del día fue Cande Correa. Para deleite de las hormigas del Huayco, hasta lloró en el edificio porque le cambiaron la cerradura de su oficina y no pudo retirar sus pertenencias.

“No pueden esperar un día que pueda sacar mis cosas que te cambian la cerradura, ¡es una locura!», declaró. “Me dijeron que fueron órdenes, que cambiaron las cerraduras, mis cosas no las tocaron pero yo creo que a ningún concejal le hacen lo que me estuvieron haciendo a mi en estos años, más en el último día, de no esperar un día de sacar mis cosas, las bolsas de donaciones que me deja la gente”, manifestó ante la prensa.

Cande Correa en la oficina que no quería dejar

 

La chica fit, que una vez se quedó sin votar porque no encontraba el documento, no se percató de que había dejado de ser concejal y que debería haber sacado sus cosas antes, no esperar a que la oficina tuviera nuevo dueño.

Así concluyó una jornada de jura. Es un nuevo comienzo. Y todo comienzo conlleva, siempre, la esperanza de hacer las cosas bien. O al menos mejor que antes.

Esperemos que no defrauden.