Una familia del barrio Norte Grande pasó momentos de angustia cuando otros inquilinos de la casa se pusieron violentos luego de una denuncia que realizaran contra uno de ellos por obscenidad. Golpes, puñaladas e ineptitud policial fueron parte de la jornada.
Mónica y Florentina relataron la poco agradable situación que tuvieron que pasar el anterior miércoles luego del cual junto a 20 familias que viven en el barrio juntaron firmas para que se desaloje a los vecinos que fueron los generadores de la jornada violenta.
Todo comenzó luego de que Mónica realizara una denuncia en la comisaría 10 contra su vecino porque este se habría desnudado frente a su hija.
“Me dio tanto odio la escena de este depravado vecino, que fui directamente a la comisaría 10 a solicitar su detención”, dijo la mamá. La policía entonces fue hasta el lugar y conversó con los vecinos, y al no encontrar al denunciado se retiraron.
Al día siguiente apareció el vecino, quien, frente a la casa de Mónica y cuchillo en mano, comenzó a increpar mientras golpeaba la puerta. El marido de Mónica, Marcos, salió de la casa y se dio con que el vecino (ex convicto, según informaron las mujeres), de nombre Pablo Valdez, estaba como loco e ingresó a la casa a los empujones y tirando puntadas a dos manos con el cuchillo. En ese momento Mónica habló a su hermano que salió para evitar una tragedia. Entre los dos hombres lograron sacar al vecino hasta la calle, donde se encontraba el hijo también armado y continuaron los cortes y puntadas. “Llamamos al 911, pero tardó demasiado, porque a los minutos de haberse generado la gresca llegó un personaje en moto, quien blandió un arma blanca y apuñaló por la espalda a mi hermano y a mi esposo, y luego se dio a la fuga” narró Mónica.
Luego de pasado un rato llegó la policía para detener a los dos agresores, el tercero en moto no apareció más. El hermano de Mónica fue el que se llevó la peor parte, porque a partir de las puñaladas recibidas tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. “Desde entonces las amenazas no cesaron. No puedo salir sin tener una persona que me está señalando. Los amigos de los dos detenidos (acusados de tentativa de homicidio) se pasean enfrente de mi casa, donde me encuentro prácticamente recluida”.
Por esta razón los vecinos juntaron firmas para que el dueño de la casa desaloje a los vecinos violentos.