Tras las agresiones, el Gobierno dispuso cambios en la seguridad de Mauricio Macri. Creó el cargo de segundo jefe de la Casa Militar y designó como titular al coronel Alejandro Daniel Guglielmi.
Mauricio Macri creó el cargo de segundo jefe de la Casa Militar, que se ocupa de la seguridad de la familia presidencial, de la Casa Rosada y de la Residencia de Olivos, y designó en ese puesto al coronel Alejandro Daniel Guglielmi.
El nombramiento de Guglielmi, que secundará al actual titular de la Casa Militar, José Luis Yofre, fue dispuesto mediante el decreto 43, que se publicó hoy en el Boletín Oficial, con las firmas de Macri y del jefe de Gabinete, Marcos Peña .
El Gobierno decidió hacer ajustes en la seguridad presidencial poco después de que Macri sufriera una agresión en la localidad neuquina de Villa Traful, donde le arrojaron piedras al vehículo en que se trasladaba el mandatario. Fue el segundo ataque con piedras contra el Presidente. El anterior había sido en agosto, en Mar del Plata.
En el decreto 43 se indica que «con el objeto de optimizar los actos de gobierno resulta conveniente conformar un reajuste, permitiendo dotar de una mayor eficiencia y eficacia el proceso de la toma de decisiones». Por eso, añade, «resulta pertinente la creación de un cargo extraescalafonario que coordine los aspectos de seguridad y custodia del señor Presidente de la Nación y su familia y designar a su titular».
Gugliemi tendrá «rango y jerarquía» de subsecretario de Estado y deberá asistir al jefe de la Casa Militar y reemplazarlo cuando esté ausente.
La Casa Militar tiene como principal función asegurar la seguridad del Presidente y sus familiares directos; como también la Casa de Gobierno, la Residencia de Olivos y otros lugares de alojamiento transitorio del titular del Ejecutivo.
También debe proveer los servicios de movilidad área del jefe de Estado y atender el ceremonial militar de la Presidencia de la Nación y coordinar lo atinente al ceremonial y protocolo del Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín, escolta presidencial.
Fuente: La Nación