En el marco del 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora, Comunicadoras de Salta realizaron un comunicado donde dan cuenta de diferentes situaciones en la provincia, respecto a la situación de las mujeres.

 

Andrea Sztychmasjter

 

Comunicadoras que diariamente deben dar malas noticias cuando en realidad quisiéramos poder dedicarnos a lo bueno e importante que realizan las mujeres en los diferentes ámbitos donde se desarrollan.

En el marco del 8 de marzo, comunicadoras de Salta que se desempeñan en diferentes ámbitos de la comunicación y los medios, difundimos un comunicado que da cuenta de las noticias con las que trabajamos diariamente y que nos señala todo lo que aún falta por hacer en materia de igualdad de género.

ACÁ ESTAMOS porque nos cansamos de dar estas noticias. Vivimos, escribimos y relatamos lo que sucede en la provincia que prorrogó por quinta vez la ley 7857, que declara la emergencia pública en materia social por la violencia de género en todo el territorio de la provincia.

La provincia donde 1 de cada 2 salteñas sufrió algún tipo de violencia de género, según la primera encuesta para medir la prevalencia de la violencia contra las mujeres, que desarrolló en 2022, el entonces Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación junto a la Iniciativa Spotlight en Argentina.

Salta fue una de las primeras jurisdicciones del país en aplicar una sentencia con el agravante de la figura del femicidio contemplada en el artículo 80, inciso 1 de la ley 26791, de violencia de género, e incluida en el Código Penal.

En 2014, Héctor Ramón Ávila, de 47 años, resultó condenado a la pena de prisión perpetua por haber asesinado a sangre fría a su expareja, Norma Argentina Ledesma (45). El crimen que se cometió en el barrio San Cayetano de la localidad El Bordo, el 30 de diciembre del 2012.

Entre 2020 y 2024, en Salta se dieron 58 sentencias bajo la carátula de femicidio, según el Registro Provincial de Femicidios y Muertes Violentas y Dudosas de Mujeres de la Corte de Justicia de Salta. También, mantiene un registro de 39 muertes dudosas, aunque este conteo data desde 2023.

Estos datos reflejan la persistencia de la violencia de género en la provincia. Este grupo de comunicadoras salteñas alerta sobre la posible eliminación de la figura legal del femicidio; esto significa un gran retroceso social al no reconocer los crímenes de odio de género. Incluso sostenemos que, como sucedió desde 2014, cada femicidio que lamentamos merece una pena agravada.

A ello sumamos que Salta es de las provincias del país que condenó a más mujeres por microtráfico de drogas en los últimos cinco años. Pasó de tener 29 condenas en 2019 a 70 condenas en 2023, significando un incremento del 133%.

Durante ese período, se contaron aquí 244 mujeres salteñas condenadas. Vale mencionar además que las mujeres condenadas son mayormente jefas de hogar que no reciben recursos económicos ni financieros de parte de los padres de los hijos, sumado a que también poseen antecedentes como víctimas de violencia de género, según lo dio a conocer el Informe “Mujeres y microtráfico de drogas, punto ciego de la Justicia argentina”, elaborado y presentado por la Red Federal de Periodismo Judicial en 2024.

Exigimos los debidos procesos judiciales desde una perspectiva de género e intercultural, sobre todo cuando mujeres wichis del norte salteño se organizaron, rompieron el silencio de los abusos que sufrieron por años y decidieron denunciar masivamente ante el Poder Judicial salteño en 2022. Hoy, esas denuncias no avanzan por la inacción de funcionarios y funcionarias del Ministerio Público Fiscal y del Poder Judicial de Salta.

Como trabajadoras de la prensa tomamos conocimiento que esos casos se siguen repitiendo. Un ejemplo de ello, es el reciente caso de Edith Román, la adolescente indígena de 17 años de edad, que fue encontrada asesinada el 13 de diciembre último en una zanja en jurisdicción del municipio de Santa Victoria Este.

De acuerdo a la reconstrucción de los hechos, Edith habría sufrido abuso sexual previo a ser asesinada.

Este 8 de marzo, su padre y cacique de la Comunidad Betania, Reinaldo Román, se encuentra en la capital salteña reclamando justicia. Insistimos en la perspectiva de género en el Poder Judicial, para que se identifique y combata la discriminación y desigualdad que enfrentan las mujeres cis, lesbianas, gays, personas bisexuales, mujeres y varones trans, intersexuales y queers. Es más, existe la obligación de juzgar con perspectiva de género, ya que nuestro sistema jurídico incorpora normas específicas que exigen la eliminación de toda discriminación hacia las mujeres y las minorías sexo-genéricas.

Como trabajadoras de la prensa además alertamos sobre la falta de acceso a la información por parte del Ministerio Público Fiscal y del Poder Judicial de la Provincia de Salta. No sólo por el entorpecimiento que esto provoca en nuestra labor, sino como un limitante en el derecho al Acceso a la Información Pública para la ciudadanía salteña. Tampoco podemos dejar de abordar el aspecto social en el que nos encontramos, donde más del 89% de estudiantes de la provincia de Salta escuchan reiteradas expresiones discriminatorias hacia el colectivo LGTBI+, según un informe del Programa UNSa Inclusiva de la Secretaría Académica de la Universidad Nacional de Salta (UNSa) y el Observatorio de Violencia contra las Mujeres (OVcM).

Es por eso que acá estamos, porque no nos callamos. Porque seguimos denunciando. Porque estamos organizadas. Hoy, como todos los días, nuestras voces resuenan con la fuerza de la verdad y la urgencia de la Justicia. No son solo cifras, no son solo denuncias archivadas: son vidas arrebatadas, derechos vulnerados y un sistema que sigue fallándonos. No aceptamos retrocesos en la lucha contra la violencia de género. No aceptamos un Poder Judicial indiferente. No aceptamos que la impunidad sea la norma. Nosotras, las comunicadoras de Salta, acá estamos, porque no vamos a dejar de contar estas historias hasta que dejen de ser noticia. Hasta que la justicia llegue para todas. Hasta que vivir sin miedo sea un derecho y no un privilegio. Acá estamos, porqué la lucha sigue. Porque la Justicia es ahora.