Docentes de Humanidades de la U.N.Sa., denunciaron recortes presupuestarios que afectó a colegas sin que la decana de la facultad estuviera al tanto. Convocaron a una asamblea, denunciaron los recortes y exigen saber qué órgano de gobierno realiza el mismo. Todos los caminos conducen al rector Víctor Claros.
Además de provocar una asamblea que mañana jueves se llevara adelante a las 15 en la Biblioteca central de la universidad, la situación provocó que los miembros del claustro de Auxiliares de Docencia de la Facultad de Humanidades difundieran un documento en donde repudiaron el desfinanciamiento que impide a las facultades gestionar con autonomía los fondos del inciso 1 del presupuesto y que particularmente afectó el pago de los haberes de los Prof. Cristina Gijón, Analía Villagrán, Analía Guardo y Judith Rodríguez. Reproducimos a continuación el resto del escrito: “…Las docentes afectadas gozaban de un legal y legítimo aumento de dedicación de sus cargos como consta en Resol. H-N° 2133/12, aprobada por el periodo enero-diciembre del presente año. Sin embargo, dejaron de percibir este aumento de dedicación sin previo aviso, lo que infringe claramente sus derechos laborales. Después de diversas gestiones llevadas adelante por las autoridades de la Facultad y las compañeras en el Consejo Superior, esta situación no ha sido modificada. Las docentes no han percibido a la fecha sus salarios completos y no tienen certeza de que esto ocurra.
La falta de información concreta sobre el uso del presupuesto correspondiente al inciso 1, la falta de seguridad de las y los colegas que también perciben aumento de dedicación otorgado con fondos de cargos genuinos que no están “ocupados” y la incertidumbre de quienes se desempeñan en cargos temporarios nos lleva a poner en claro nuestra posición y pronunciarnos respecto de los siguientes puntos:
En defensa de la autonomía universitaria y, en este sentido, en la de cada una de las Unidades Académicas que la conforman y de las Escuelas y/o Departamentos que conocen las necesidades de fortalecimiento de cada carrera. Por eso sostenemos que se deben respetar las atribuciones de cada Escuela para gestionar aumentos de dedicación, siempre que éstos sean imputables a economías provenientes de cargos genuinos y permitan responder a demandas reales del claustro estudiantil.
En contra de la vulnerabilidad en la que se coloca a los docentes cuando arbitrariamente se les recortan sus haberes sin previo aviso y no se toman en cuenta las resoluciones de designación que los colocan en funciones de manera legítima, ni el cumplimiento de la carga horaria que consta en sus declaraciones juradas.
En contra de la precariedad laboral con la que los auxiliares desempeñan su función, que no responde a la real organización de los equipos de cátedra y atenta contra la excelencia académica que se pretende en los ámbitos universitarios. Esta situación no permite planificar a futuro las actividades de docencia, investigación, formación y extensión, que se exigen en el marco de la carrera docente universitaria.