La Provincia asegura que aportó la mayor cantidad de fondos para la construcción de la cisterna de agua, el municipio responde que el dinero proviene mayoritariamente de Nación y que el intendente intercedió para conseguirlo.
Los vecinos de Barrio Floresta están acostumbrados a ser el caballito de batalla de cuanta movida política se realice en la zona este. Mientras la Provincia y el municipio se disputan parte del crédito por la realización de la obra que, supuestamente abastecerá de agua a todo el barrio, 150 familias de la zona más alta del barrio siguen reclamando por el líquido esencial.
Se trata de la zona norte alta de Floresta, donde desde hace al menos 2 años, se encuentran asentadas unas 150 familias y con perspectivas de crecimiento por el déficit habitacional. Pese a los pomposos anuncios del lunes por la mañana, esta zona aún no tiene agua ni la tendrá.
Según les explicaron a los vecinos del asentamiento, la ubicación de la cisterna no permite abastecer de agua a las zonas más elevadas, dado que la pendiente los desfavorece. El problema, podría solucionarse con la instalación de una bomba. La postura del gobierno enfrentó a los vecinos del resto de Floresta con los habitantes del asentamiento, a quienes responsabilizan por frenar las obras detrás de la cisterna.
Durante el acto de inauguración -que no se hizo en la cisterna, sino en Villa Mitre donde está ubicada la llave maestra- funcionarios provinciales destacaron el aporte de la Provincia para la realización de la obra. Mas tarde, el secretario de gobierno Luis María García Salado, declaró: «Tenía entendido que la mayor parte de los fondos venían de Nación».
La obra de $140 millones de la que hacen alarde, tanto provincia como municipalidad, tiene una vez más como rehenes a los vecinos que hoy volvieron a levantar la voz.