La disputa por la intendencia capitalina constituye un terreno clave para los aspirantes a suceder a Juan Manuel Urtubey en la gobernación. Aquí los nombres y las claves de un departamento donde la fórmula F-F obtuvo 12 puntos menos que en el resto de la provincia.  (Nicolás Bignante)

 

Los días previos al cierre de candidaturas provinciales, no sólo se vieron atravesados por el dinamismo post electoral, sino que además focalizaron la discusión sobre el reparto del poder en las figuras pretendientes a suceder a Juan Manuel Urtubey en la gobernación. El efecto de las PASO nacionales acentuó la hegemonía de un puñado de dirigentes que, además de haberse constituido como conductores de sus respectivos espacios, debieron surfear la incómoda ola de tener que definir candidaturas luego de una elección con resultados impensados. De allí que figuras como Sergio leavy, Gustavo Sáenz y Alfredo Olmedo hayan centralizado la discusión política eclipsando a un significativo número de dirigentes y representantes que aspiran a disputar categorías de poder «por abajo» de la gobernación.

Danza de nombres aparte, es lícito remarcar que el debate por la sucesión de Gustavo Sáenz en la intendencia capitalina no parece ser una plataforma de discusión muy cómoda para la clase política. Además de los tecnicismos y las demandas más inmediatas de los vecinos, quienes pretenden administrar la comuna deben obligatoriamente inmiscuirse en controversias que llevan años encharcadas en el concejo deliberante y otros ámbitos. El estado de las calles, los efectos de las lluvias, las obras en los barrios, los contratos de servicios, los reclamos de trabajadores municipales; son algunos de los asuntos a eludir si lo que se busca es mitigar los efectos de la fatiga electoral.

Los tres espacios con más oportunidades de disputar la gobernación, ven en la sucesión municipal un terreno estratégico para el sostenimiento de sus chances electorales de cara a las generales.

La algarabía del campeón que todavía sacude a referentes y recién llegados al «Osismo», no debiera ser un impedimento para sentarse a reflexionar sobre aristas esenciales de la estrategia de cara a octubre. Aunque las cifras son contundentes en la provincia, en el departamento con mayor cantidad de electores (Capital: 423.917) la dispersión de votos dejó a la fórmula F-F 12 puntos por debajo del total provincial; aunque, vale aclarar, 10 puntos por encima de Juntos por el Cambio, la segunda fuerza más votada. En el Frente de Todos, tienen plena confianza en que los 21 puntos obtenidos por la fórmula Lavagna-Urtubey en Capital encontrarán cierto correlato en las figuras fuertes del urtubeicismo, principalmente en el ministro de economía y precandidato a vice Emiliano Estrada.

Aún con esas especulaciones a cuestas, la «fernandización» de Gustavo Sáenz añade un escollo nuevo para los oseznos que aspiran al sillón de Moldes. Y es que con, al menos 40 puntos de voto no peronista en la Capital provincial, la disgregación del voto F-F puede llegar a ser un juego riesgoso. De allí que la intendencia capitalina sea un partido no menor para el kirchnerismo ampliado en Salta. Horas antes del cierre de listas, aún pululaban algunos que se debatían entre la intendencia y la diputación provincial. Entre los nombres con más propósitos de disputar la administración municipal aparecían Walter Wayar, Gonzalo Quilodrán, Mauro Sabbadinni y Lucio «Pino» Paz Posse. Un poco más atrás -y con un pie en cada categoría- sonaban Carlos Morello, y Jorge Guaymás. Todavía más atrás y con menos ruido alrededor aparecían figuras como Angel Sarmiento y Santiago Godoy.

En las filas del saenzismo, más de una decena de dirigentes había manifestado sus intenciones de sucederlo. Las expectativas más fuertes, al menos hasta el miércoles pasado, giraban en torno a la figura de Martín Grande, Bettina Romero, Javier David y David Leiva; este último con serias propuestas para integrar el Frente de Todos.

En los dos primeros casos, el criterio era el fijado por las mediciones y sondeos; mientras que Leiva y David aportaban el componente no-macrista al frente. Por detrás asomaban nombres como: Matías Posadas, Laura Cartuccia, Guillermo Durand Cornejo, Gastón Galindez, Cristina Gómez, Emanuel Sierra, Javier Diez Villa y el periodista Victor Lamberto. Finalmente Bettina Romero y Matías Posadas definirán en internas quien llevará la bandera del saenzismo para la intendencia.

La Capital es para el actual intendente un terreno que no conviene desatender en sus apetencias provinciales, aún cuando las condiciones para dejar un heredero natural estén dadas. Nuevamente, el corrimiento del jefe comunal del eje Cambiemos para disputar el voto PJ-K en Salta, podría dejar afuera a un importante nicho de electores que en la Capital no acompañaron a Fernández y no encontrarán a Juan Urtubey en las pantallas del e-voto. Por su parte, la designación de Antonio Marocco como compañero de fórmula, entendida por los acólitos del intendente como una «jugada maestra», además de resquemores en el sector Cambiemos trajo algunas dudas sobre la efectividad real del acuerdo. Con los actores territoriales dispuestos a competir en el bando del frente y con un Leavy relativamente referenciado en el kirchnerismo, el efecto Marocco queda supeditado a una eventual visita de Fernández a Salta o, en todo caso, a la no-visita de Cristina Fernández de Kirchner. Dentro del frente Sáenz Gobernador ya hay quienes vaticinan que un pase tan caro podría derivar un resultado similar al conseguido por el oficialismo nacional con la incorporación de Miguel Ángel Pichetto.

El frente que encabeza el amarillo Alfredo Olmedo llega al cierre de candidaturas luego de una semana de fuertes intentos por propiciar una fuga de dirigentes saenzistas a su espacio. Los números en la Capital provincial le son hostiles para su cometido, por lo que candidatos de otro espacio, pero con el mismo grado de medievalismo pueden hacer su aporte en la carrera a la intendencia. Es allí donde aparece Andrés Suriani, quien supo amortiguar los efectos de la debacle macrista antes que nadie al encolumnarse entre los pañuelos celestes. También el médico Bernardo Biella pretende contribuir a seducir el voto no peronista que, tanto Sáenz como el «Oso» dejarán vacante en la Capital, tras embarcarse en la interpelación del electorado fernandista.