Este martes lxs jueces Federico Diez, Paola Marocco y Francisco Mascarello deberán dar sentencia sobre el juicio por el femicidio de la joven madre asesinada en 2020.

Por Andrea Sztychmasjter

Alegatos de los defensores

Sentados adelante están los imputados Olmedo; acusado por la fiscalía de ser el autor del femicidio, Herrera; vendedor de drogas, dato que se desprendió de las audiencias y Salas; “amigo” de Paola a quien conocía desde hacía tiempo del barrio y uno de los primeros en ver el cuerpo de la joven asesinada y quien -ni avisó a la policía ni a los familiares- del hallazgo de su humanidad en el baldío donde se juntaban a drogarse. Según dijo estaba tan drogado que no supe que hacer.

El cuerpo de Paola Ávila fue encontrado el 17 de enero de 2020, en un terreno baldío ubicado en barrio Puerto Argentino. La víctima tenía dos trozos de concreto de gran tamaño sobre la cabeza y le faltaban las zapatillas.

“Pruebas no valoradas”

El abogado Jaime López Figueroa defensor de Jorge Olmedo, alias “Colita”, oriundo de Córdoba y albañil de profesión, a quien la fiscalía solicitó pena de prisión perpetua por considerarlo autor del femicidio, alegó que la hipótesis fiscal “es especulativa”, puesto que a su decir no existen elementos objetivos que coloquen a su defendido ingresando al descampado donde fuera ultimada y hallada.

La hipótesis fiscal para inculpar a Olmedo se basa en los testimonios de otros dos imputados, el vendedor de drogas Herrera y Milagros Pastrana. Y gira en torno a la entrega de las zapatillas de Paola a cambio de dosis de droga.

Al prestar declaración Olmedo hizo referencia a las zapatillas rosadas de la víctima que él le dio a Herrera a cambio de dos bolsitas de pasta base. El imputado dio una versión opuesta a Herrera aseverando que en realidad fue “Mili” Pastrana quien llegó con el calzado y se lo dio a él para que hiciera la transacción. Según Olmedo, la joven le aseguró que las zapatillas eran de su hermana y que él supuso que se las había robado para obtener droga.

“Yo estaba duro. Ella me indicó dónde había dejado las zapatillas, las levanté, las puse debajo de mi remera y se las entregué a Herrera. A cambio me dio dos bolsitas”, relató Olmedo. Precisó que Herrera las dejó escondidas detrás de unos palos. Después alguien trajo una mochila negra para guardar las zapatillas. Por su estado, dijo no recordar qué pasó luego con la mochila.

En la causa hay nueve imputados por homicidio agravado por alevosía, ensañamiento y por mediar violencia de género (femicidio). Ellos son Pablo Guillermo Campos (alias “Pelado”), Jorge Ignacio Olmedo (alias “Colita”), Claudio Mario Herrera (alias “Cuqui”), Ezequiel Alejandro Guzmán (alias “Keco”), Javier Alejandro Alfaro (alias “Javi”), Leonel Edgar Raúl Suárez (alias “Leo”), Gladys del Milagro Pastrana (alias “Mili”), Romina Gimena Bracamonte (alias “Rumi”) y Cristian Rubén Salas (alias “Lupín”).

López Figueroa además sostuvo que otro testigo dijo divisara Paola arriba de una motocicleta y que “Olmedo no tenía moto”. Por otro lado, señaló elementos “no valoradas por la fiscal” relacionados a no encontrar perfil genético de Olmedo en la escena del crimen ni en el cuerpo y ropa de Paola. Más aun recordó si tal como lo establece la Fiscalía, después de muerta a Paola le robaron: “Bolsiqueada, como se dice. No existen rastros del perfil genético de mi defendido en la botamanga del pantalón, lugar que resulta crucial para robarle las zapatillas”. Señaló que se encontró rastros de perfil masculino no compatible con Olmedo.

El defensor recordó que su cliente además al declarar aseguró que era inocente y no fue ni el autor del crimen ni del robo. El abogado también utilizó sus alegatos para cuestionar la figura de femicidio por la que el pedido de pena es a prisión perpetua. Señaló que “no se conocían”, que en el dedo pulgar de Paola existía un vello púbico masculino no compatible con alguno de los imputados.

Está previsto que el martes 22, a partir de las 9, se realicen las réplicas, contrarréplicas y se escuchen las últimas palabras de los acusados. A continuación, el tribunal se retirará a deliberar y dará a conocer el veredicto.

Encubrimiento: Figura residual

Agustín Solá Garrido defensor de Claudio Herrera, alias “Cuqui” y Javier Alfaro, alias “Javi”criticó que la Fiscalía se haya referido a los imputados como grupo, cuando “son individuos”. Además, apuntó ineficiencia policial y señaló que los auxiliares de justicia deben “aprender a hacer investigaciones”: “Quiero llamar la atención sobre el personal que actuó de la División de Homicidios”, señaló.

Sola Garrido se refirió además al cambio de imputación a último momento por parte del Ministerio Público Fiscal, describió que este cambio a “encubrimiento agravado y encubrimiento en razón del delito principal”, que pesa sobre sus defendidos se utiliza como “figura residual cuando no se encuentra al autor”.

Drogadicción y pobreza

El letrado Jorge Bonetto representante del resto de los imputaxs, Romina Bracamonte, Leonel Suárez y Gladys Pastrana, señaló que la Fiscalía carece de material probatorio contra sus defendidas. Denunció que sus defendidas mujeres, quienes estuvieron esa madrugada con Paola y quienes dieron aviso a la Policía después de unas horas de enteradas, estuvieron privadas de su libertad en plena pandemia a pesar de tener hijos pequeños. “Es una violación a las garantías constitucionales”, dijo y recordó que sus defendidas fueron “las alertantes del hallazgo del cuerpo”. Sin embargo, en el alegato de la Fiscala Mónica Poma, ésta recordó que la alerta a la policía se hizo varias horas después de que el grupo delibere que iba a decir sobre el terrible hecho.

Finalmente, Bonetto recordó que el caso se da en un contexto de drogadicción y pobreza. Lo que no quita que las y los imputados atravesados por las sustancias estupefacientes hayan tenido responsabilidad en lo que sucedió con la joven madre, Paola Avila.