A partir de esta semana la tarifa del colectivo dio su cuarto salto anual y ahora cuesta $9.45, el incremento podría no tener fin. Además, en días recientes se supo que Saeta llamará a licitación pública para renovar el servicio. Florencia Farfán

Mayo llegó con un golpe al bolsillo de los trabajadores: en nuevo valor de la tarifa del transporte público de pasajeros. A partir de este mes, concretando un nuevo aumento anual, el boleto común de colectivo urbano cuesta $9.45.

Cumpliendo con lo establecido en el plan de ajuste luego de que la Provincia suscribiera el Pacto Fiscal, esta es la cuarta actualización tarifaria que se aplica de manera consecutiva este año, por un valor de $ 0,50. Todavía queda por sufrir los incrementos de junio y julio, que además podrían no ser los últimos.

Recorrido del ajuste

En noviembre de 2016 la adhesión de la Provincia al Pacto motivaría de forma automática a Saeta para solicitar un plan de ajuste que implicaba subas mensuales y consecutivas en detrimento de los usuarios, apuntando a llevar la tarifa de colectivo a los $10,45 en el transcurso de 2018.

El ataque al bolsillo de los trabajadores se justificaba con la idea de que el Estado pudiera ahorrar y así reducir el déficit fiscal, por lo que la Provincia no podía “gastar” en un incremento de los subsidios al transporte y la única salida para combatir la inflación que sufre el sector, era subir el costo del boleto.

De esta forma, el Gobierno emitía un comunicado en el que explicaba que la empresa pidió “un incremento equivalente a la suma de cincuenta centavos mensuales hasta alcanzar un boleto cuyo valor sea similar al valor del boleto promedio nacional”.

Por su parte, desde Saeta explicaban: “La medida es tendiente a ordenarse en el marco del Pacto Fiscal nacional a fines de reducir el déficit fiscal existente y que, en forma concordante con ello, el  mensaje de elevación del proyecto de presupuesto nacional contiene una proyección del Esquema Ahorro Inversión Financiamiento de la Administración Pública”.

La suba planeada alcanzaría de este modo los $3,50. Llevando el boleto del valor de $6,95 que tenía en diciembre de 2017 a $10,45. Además, con la idea de que esta fuera una tarifa única: “Conforme requerimiento formulada por la empresa SAETA S.A., se estaría yendo a una tarifa plana, sin la existencia de horas valle y pico”, expresa el documento.

De esta forma, se pensó un plan de ajuste y tarifazo al transporte público que empezó en enero y si bien en un principio se estableció que terminaría en julio, a estas alturas el panorama es otro.

Esta vez la justificación está puesta en el acuerdo paritario al que llegó el Gobierno nacional con la Federación Argentina de Transporte Automotor de Pasajeros (FATAP) y la Unión Tranviarios Automotor (UTA), de un aumento del 15,20% para los conductores del sector. Dado que el subsidio del gobierno no cubrirá el aumento salarial, la sociedad del Estado provincial que administra los servicios del área metropolitana de Salta (Saeta), al parecer, recurrirá nuevamente al aumento de la tarifa. Teniendo en cuenta la cláusula novena del acuerdo paritario que contempla subas del boleto escalonadas hasta enero de 2019.

Pase ¿libre?

Otro punto en el que se eligió realizar un recorte fue en el boleto gratuito para estudiantes de los distintos niveles educativos. A principio de este año, SAETA anunciaba la restricción del llamado “Pase Libre” por lo que cada estudiante contaría con un total de 100 viajes mensuales, que no son acumulativos y que, además serían un beneficio para quienes cumplieran con una serie de requisitos académicos.

Sin embargo, aseguran que se contemplan los casos de quienes, por cuestión de distancia u otros compromisos, superen los 100 viajes, cada situación sería evaluada siempre que se demuestren y se acrediten las razones.

Licitar

Por otro lado, esta semana el presidente del directorio de Saeta, Claudio Mastrandrea, recordó que en julio del corriente año se termina el contrato con las operadoras de los corredores del transporte  público de pasajeros. Por este motivo, por primera vez desde que se estatizó el servicio se llamará a licitación pública.

Respecto a las modificaciones que se planean, Mastrandrea adelantó que buscarán “nuevas líneas interbarriales” y precisó que una de las prioridades las tendrán las que unan la zona sureste-sudeste con el Hospital Papa Francisco, como así también otra que conecte los barrios de la zona norte con la Ciudad Judicial, la Universidad Nacional y la Universidad Católica.

Si bien, el comunicado aún no se hizo oficial por lo que se desconocen los plazos reales y los requisitos que se tendrán en cuenta al momento de evaluar la licitación, el vencimiento del contrato obliga a pensar en la renovación de las empresas que explotaran el servicio de transporte público, que hasta el momento cuenta con 42 líneas de colectivos.

El municipio propone

El miércoles se realizó una reunión ampliada en el Concejo Deliberante en la que los concejales se informaron sobre las características del “Plan de Movilidad 2018/19”. El mismo fue presentado por el subsecretario de Coordinación de la Secretaría de Gobierno Municipal, Ignacio González, quien detalló como principal objetivo un abordaje integral que permita lograr, en el mediano plazo, la movilidad urbana de manera rápida, segura y ordenada. Consignó además que se establecieron para ello seis ejes de trabajo: Planificación y acuerdo social, Movilidad saludable, Movilidad inteligente, Prioridad al transporte masivo, Ordenamiento del tránsito mediante sistemas de sanciones más efectivos y más seguridad vial para la prevención de accidentes.

En este sentido, los ediles presentes realizaron planteos y aportes, abordando temáticas como la necesidad de una playa de trasferencia de cargas, el fomento para la construcción de playas de estacionamiento, la apertura de una escuela municipal de manejo; características de los trámites para el otorgamiento de la licencia de conducir y la importancia de contar con un plan de ingeniería de tránsito, entre otros.

“Nos ponemos metas concretas, que ya se vienen desarrollando y además son medibles y controlables. El transporte público es un tema que está trabajando la AMT y SAETA, es algo que le corresponde a Provincia. Sin embargo, desde el municipio colaboramos poniendo las reglas. Se está por renovar la licitación del servicio, y suponemos que con esto vamos a delinear en qué calles del centro no van a entrar”, explicó González.