La protesta arrancó esta madrugada. No hay subtes ni trenes. Ambos servicios volverán a funcionar después del mediodía. Y los colectivos empezaron a transitar desde las 7. Largas colas y quejas en las principales terminales.

«La válvula de ajuste siempre somos los más pobres. Los que estamos en la cola ni siquiera pagamos Ganancias», se quejaba esta mañana en Liniers, Carlos un pasajero que estaba desde las 5.40 esperando el 46 para poder subir a un colectivo y pasadas las 7.15 todavía no lo había conseguido. Las colas y la bronca se repetían en terminales de trenes y colectivos en toda el área metropolitana.

Acaso como estrategia de diferenciación respecto a otros gremios o como complemento a las negociaciones que se estén llevando adelante entre el Gobierno y la CGT por la ley consensuada de Ganancias, una veintena de gremios enrolados en la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) -entidad que dirige el integrante de la CGT Juan Carlos Schmid- comenzaron desde las 4 un paro que dejó al país inmovilizado por una jornada de asambleas.

Más allá de la cuestión política, lo cierto es que es complicado trasladarse: hasta el mediodía habrá cese de actividades y asambleas en los lugares de trabajo. Desde la CATT evitaron hablar de paro para que el Ministerio de Trabajo no dictara la conciliación obligatoria y obligase a levantar la medida, pero en los hechos los usuarios sufrían los mismos efectos.

Desde primera hora de la mañana, se veían largas colas en las principales terminales de transporte, y los accesos a la Ciudad muy sobrecargados de tránsito. El momento más difícil fue entre las cinco y las siete de la mañana, plena hora pico, sin subtes, trenes ni colectivos.

En el subte las asambleas comenzaron a las 5 y los metrodelegados confirmaron esta mañana que la protesta seguirá hasta el mediodía en las seis líneas y el Premetro. Lo mismo hicieron los colectiveros, aunque poco después de las 7 la mayoría de las líneas comenzaron a funcionar. Por su parte, los ferroviarios empezaron a las 4 de la madrugada, aunque adelantaron que no habrá servicio hasta las 12 del mediodía.

La velocidad con la que se reanudaron las distintas líneas de colectivos dependió, en algunos casos, de la distancia de las terminales con los comienzos de recorridos.

También en Liniers, Héctor aguardaba a que reanudara su línea para llegar al centro y, pese a que la línea 2 ya estaba funcionando pasadas las 7.15 y lo dejaba cerca de su trabajo, prefería aguardar el colectivo que va por autopista porque, «seguro que el tránsito va a estar tremendo porque mucha gente fue con su auto particular a trabajar».

Esta mañana, en las Terminales Portuarias Río de la Plata se presentaron Juan Carlos Schmid y Pablo Moyano (Camioneros y secretario gremial de la CGT). Y a media mañana estaba previsto que hablara en Aeroparque, Juan Pablo Brey, de los Aeronavegantes y secretario de Prensa de la CATT: hará la evaluación de las asambleas en el sector aeroportuario.

La medida se inscribe en el marco de la puja por Ganancias, con una particularidad: estos gremios quieren que las horas extras y los viáticos no tributen el impuesto.

Esto bajaría la cantidad de trabajadores de este sector que tributan. Su pretensión se choca con la de otros gremios que quieren subir el mínimo no imponible ya que muchos ni siquiera cobran horas extras. Estas diferencias generaron fricciones y grietas en la CGT. Uno de los dirigentes que estará sentado hoy frente al Gobierno comentó a este diario: «Entiendo el reclamo de la CATT, pero no se puede exceptuar todas las horas extras y dejar un salario básico mínimo».

Fuente: Clarín