Como fecha comercial el día de “San Valentín” es sinónimo del día de los enamorades, la filósofa punk, Esther Díaz realizó una breve reseña de la histórica crueldad hacia las mujeres que esconde el día.

«A las mujeres se las azotaba con látigos hechos con piel de cabras y perros. El instrumento de tortura estaba impregnado con la sangre caliente de esos animales recién sacrificados. El objetivo era lograr que las mujeres concibieran y parieran hijos. Para los romanos antiguos se trataba de una fiesta de fertilidad llamada Lupercalia. La iglesia católica se apropió de la festividad y la sustituyó por la veneración a san Valentín, un cura del siglo V que casaba a soldados con mujeres cristianas encarceladas. El emperador Claudio -que había prohibido el cristianismo- se enteró de aquellos ritos interdictos y ordenó cortar la cabeza de Valentín. Las Lupercalias fueron sustituidas por la celebración de los esponsales, tal como los celebraba el santo decapitado. Si se considera que las palizas a mujeres y los femicidios -en su mayor parte- provienen de maridos y exparejas masculinas, se cambió una crueldad por otra. Pero existen personas que lo festejan».