Según un informe de la OCDE, en la Argentina las chicas terminan más la secundaria que los chicos. La cifra llega al 69% entre ellas y al 49% entre los hombres. Es porque muchos varones salen a trabajar antes de recibirse.
En Argentina, las chicas terminan más el secundario que los varones. Esto es: 7 de cada 10 chicas que estudia, se recibe. Entre ellos, 5 de cada 10. El dato surge del informe anual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), difundido ayer. El trabajo muestra incluso, que más mujeres que varones se gradúan en licenciaturas, obtienen un máster o terminan un doctorado. Sin embargo, señalan los especialistas consultados por Clarín, esa mayor formación aún no se ve en los puestos de mando.
La “brecha invertida” está entre las más altas de los países relevados por la OCDE. ¿A qué se debe? “Muchos varones sienten que terminar el secundario no les hace una diferencia para insertarse laboralmente, por eso abandonan y salen a trabajar antes de terminar los estudios básicos”, explica Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para el estudio e investigación de la mujer (FEIM). “Las chicas, en cambio, son más aplicadas pero además saben que de por sí van a tener trabajos más precarios que los varones en el futuro, con menos beneficios y menos salarios. Si a eso le suman la falta de estudios están condenadas a tener trabajos más precarios”. La maternidad adolescente, sin embargo, suele sacar a muchas chicas del colegio.
Lo dijo Michelle Obama cuando vino a la Argentina y dio un discurso ante 400 chicas de secundario: les pidió que no dejen los estudios, que sólo así marcarán la diferencia. Y en otra charla destacó que las que logran terminar el secundario, tendrán salarios entre un 15 y un 25% más altos cuando sean adultas. “Es muy positivo que más chicas estudien. Está probado que cuanto más educación tienen menos mortalidad hay entre sus hijos, pueden controlar mejor la natalidad y logran más autonomía económica”, agrega Bianco.
Según el informe, cuando llegan a los estudios superiores las argentinas también alcanzan números significativos. Un 62% de las que arranca una licenciatura se recibe, lo mismo que un 58% de las que buscan un máster, y un 56% de las que prefieren un doctorado. En los tres casos el número es mayor al que en promedio alcanzan los países integrantes de la OCDE.
Sin embargo, esto aún no se ve reflejado en la participación de las mujeres en espacios de decisión, tanto en la política como en el empleo privado. “Las barreras, no tanto de acceso sino de ascenso, no están logrando ser superadas a fuerza de mayor educación”, opina Natalia Gherardi, directora del Equipo Latinamericano de Justicia y Género (ELA). “De ahí la importancia de políticas activas para promover más mujeres en lugares de decisión. Esto no es en detrimento de su capacidad sino que es una manera de hacer que la capacidad valga”.
El relevamiento también muestra que en Argentina existe un “desequilibrio” en los campos de estudio. Por cada 5 mujeres que se gradúan en Educación hay un hombre (el promedio mundial es 4 a 1). Lo mismo pasa en Humanidades (3 mujeres por cada hombre). En cambio, en Ingeniería o construcción se recibe una mujer por cada 2 hombres (en el mundo es más desparejo, con una mujer cada 3 hombres). La consecuencia es global: “Los titulados en el campo de la ingeniería ganan alrededor de 10% más, mientras que los graduados en magisterio y Educación ganan un 15% menos”, señalan.
Fuente: Clarín