«La decisión de los jueces Arias Nallar y Martini, y posiblemente de la jueza Solórzano, me convierte en cómplice de una injusticia hacia Clemente Vera». Las palabras pertenecen a Jean-Michel Bouvier.

A esa palabras escritas el pasado domingo 21 de febrero tuvo acceso el periodista Jean-Charles Chatard, autor del libro «Francesas, autopsia de un doble asesinato». Las palabras de Michel Bouvier, padre de Cassandre, una de las dos jóvenes asesinadas en Salta en julio de 2011, están relacionada con la resolución de la cámara de impugnación que determinó la vuelta a prisión de Santos Clemente Vera.

A partir de ello, el portal Iruya.com publicó en el día de ayer una nota donde recordó que Bouvier fue recibido en su despacho por el recientemente designado presidente de la Corte de Justicia provincial, Guillermo Alberto Catalano. Sobre esta reunión, Bouvier ha revelado: «Nada en las afirmaciones del doctor Catalano invitaba a pensar entonces en una decisión tan próxima. Cuando le insinué que la decisión debería ser conocida antes de finales de marzo, fue el propio Catalano quien me pidió tener un poco más de paciencia. Podría considerarme traicionado».

“Tras el sinceramiento, Bouvier lamentó haberse mostrado tan esquivo y silencioso con la prensa salteña después de su encuentro con Catalano. «Todo esto me da a pensar que el curso de la justicia ha sido impelido por razones más políticas que jurídicas», dice el padre francés en la misma comunicación, que Chatard reproduce textualmente en una nota de prensa fechada ayer en Buenos Aires”, precisa el escrito que además afirma que según Bouvier, el beneficio de la duda que permitió su absolución le fue concedido en junio de 2014 por unos jueces «muy experimentados en el oficio» y que, sin embargo, la posterior condena a prisión perpetua fue decidida en febrero de 2016 por dos (o tres) «jueces mucho más jóvenes, sin experiencia judicial».

Sostiene Bouvier que la condena se basa en la valoración del estudio realizado por el doctor Corach (Argentina), una práctica que para Bouvier fue realizada «en condiciones técnicas inadmisibles en Europa». «Todo esto sería ridículo y lamentable si no se tratara de la vida de un hombre», dice Bouvier en clara referencia a Vera. Bouvier califica la condena y posterior encarcelamiento de Vera como «infamia suprema» y subraya: «Sacrificaron a Vera como los antiguos griegos hicieron con Ifigenia para ir a robar a Troya. Me gustaría saber cuáles son esos intereses que conviene proteger cueste lo que cueste, aun a riesgo de sacrificar la vida de un hombre y de negarme la verdad», se pregunta el padre francés.

Sobre el rol del gobernador Urtubey, el padre de Casandre declaró que «El gobernador Urtubey parece no tener prisa en respetar el compromiso que asumió para tratar el tema con el Presidente de la Nación Argentina en su presencia y la del Embajador de Francia. Dos meses después de aquella promesa, no tengo ninguna información. La decisión del Tribunal de Impugnación no tiene ningún efecto sobre esta demanda mía. Me impaciento y encuentro que Urtubey no me da ninguna información».

Finalmente, el escrito de Iruya relata que el periodista francés que transcribe las opiniones y quejas de Bouvier, termina animándole a «actuar con urgencia». «Un hombre, Clemente Vera, volvió a ser uno de los objetos favoritos de su querido amigo (o examigo), el gobernador Urtubey», afirma Chatard.

«Para no traicionar al que usted señala como víctima de un error judicial, la razón impone, señor Bouvier, que usted ponga a disposición de la justicia la carta anónima que recibió en abril de 2014 (para comprobación) y los retratos robots de los dos hombres y de la mujer que participaron en el crimen de su hija y de su amiga. ¡Usted puede hacer, este lunes, la demanda al tribunal de París!», concluye el comunicado de Chatard, fechado ayer en Buenos Aires y que lleva un título por demás sugerente: «Francesas: Juan Manuel URTUBEY y el beso de Judas».