Sólo horas después de que el gobernador diera a entender que quiere la rereelección, el microcentro se convirtió en un caos. Rompieron vidrieras, saquearon comercios. La policía y la lluvia impidieron que pase a mayores. Hoy todos hablan de los saqueos. Ayer los medios dieron cuenta de un escenario apocalíptico: hordas de saqueadores rondando por el microcentro. Rompieron la vidriera de la tienda de música Guerrisi, también la de la farmacia Sudamericana. Otros comercios afectados: los supermercados Vea, Chango Más, Taverniti Jeans, y Stock Center. A una tienda de celulares de Mendoza, entre Florida y Alberdi, no le dejaron nada. Es verdad que hubo intentos de saqueos en los barrios (el Hiper Chango de Castañares , por ejemplo), pero ir a las peatonales a saquear fue golpear aquello que el gobierno siempre trató de preservar. Fue romper una burbuja. Los policías actuaron. En un momento hasta llegaron a clausurar los accesos a las peatonales, por donde patrullaban motos y autos: sí, autos en la peatonal. Los funcionarios alabaron el accionar de la policía y el flamante Ministro de Seguridad, Alejandro Cornejo, dijo que lo de ayer es de gente que “busca voltear y desestabilizar” al gobierno de Juan Manuel Urtubey. Más allá de las alabanzas a los polis, la tensión entre gobierno y policía continúa: ayer, mientras un importante grupo de efectivos (retirados y otros en actividad), se reunió en el Centro Policial Sargento Suárez con la firme idea de realizar un paro “por el bajo salario que recibimos”, a tres cuadras de ese lugar, varios delincuentes avanzaron contra el super Vea de Ituzaingó al 300 y rompieron las vidrieras del frente, para luego llevarse ventiladores y una gran cantidad de bebidas alcohólicas.
Foto: El Tribuno