Dicen que detrás de todo gran hombre hay una gran mujer. La frase tiene un giro perverso en Salta: detrás del último ganador salteño del Rally Dakar, hay una pésima intendenta.

Kevin debió haberle agradecido en publico a Bettina Romero. Qué mejor preparación para el torneo, que manejar por las calles salteñas, llenas de baches. Ningún otro piloto tiene la avenida San Martín para entrenar. Quizá sólo los países recién bombardeados por los yankis están en condiciones similares a las calles de la ciudad de Salta.

Si Bettina Romero hiciera su trabajo, hoy los salteños no tendríamos un campeón de Rally.
Gracias, Bettina, al fin un logro.