Un informe de auditoría muestra cómo es el manejo de la basura sólida en el municipio de Metán. La falta de un plan de trabajo impide que se termine con la existencia de microbasurales en la zona. No es el primer caso denunciado. (Gonzalo Teruel)
El Municipio de San José de Metán “ha encarado un importante emprendimiento destinado al tratamiento de los residuos sólidos urbanos provenientes de las tareas cotidianas de recolección”. Así lo revela y destaca un informe recién publicado por la Auditoría General de la Provincia. La iniciativa es loable ya que el tratamiento de la basura es deficitario en toda la provincia y, de hecho, no hay en todo el sur salteño un emprendimiento de características similares.
Las gestiones del reelegido intendente Fernando Romeri fueron muchas y, en principio, exitosas: realizó y remitió a la Secretaría de Medio Ambiente el Estudio de Impacto Ambiental y Social que manda la ley para este tipo de emprendimientos y firmó un convenio de cooperación con la provincia para que se monitoreen y controlen los trabajos en sus rellenos sanitarios públicos. Pero, según detectaron los profesionales de la Auditoría provincial que realizaron “tareas de campo” en junio de 2013, el manejo administrativo y la propia gestión de residuos no es todo lo eficiente (y transparente) que debiera ser.
“No se proveyó el presupuesto anual correspondiente al ejercicio financiero año 2011 solicitado (…) por lo que no se pudo verificar que se hayan previsto partidas presupuestarias que contemplen erogaciones destinadas a cumplir con las funciones, atribuciones y obligaciones que la legislación vigente asigna al municipio” advierte el informe de control y añade que “tampoco pudo constatarse que todas las erogaciones ocasionadas por el emprendimiento del tratamiento de residuos sólidos urbanos se encuentran adecuadamente registradas”. Además, el documento observa que “la administración municipal no ha implantado un sistema de gestión”. Dónde dice “implantado” debe leerse “implementado” pero así, textual, se lee una y otra vez en el documento elaborado por contadores y no por profesores de castellano.
En efecto, la administración municipal “no ha implantado” un sistema de gestión para que toda información de carácter ambiental sirva para la planificación de acciones futuras; un sistema de gestión destinado a realizar actividades comunes con otras jurisdicciones; un sistema de gestión destinado a que los agentes municipales manejen los recursos naturales de acuerdo a los principios enumerados en la legislación; y un procedimiento de gestión relacionado con el diseño de un sistema provincial de manejo de la calidad del aire y el inventario de emisores de contaminantes atmosféricos. Dicho de otro modo: no hay ni planificación, ni un protocolo de trabajo y administración definido.
Esa falta de un plan de trabajo impide que, por ejemplo, se termine con la existencia de microbasurales “en el denominado antiguo Camino Real, en la denominada Zona de Balderrama, en el sector conocido como La Guarapería, en el Barrio Aborigen y la Villa San José y en el ex basural a cielo abierto, cercano al Rio de las Conchas”.
Según describe el organismo de contralor: “Para el tratamiento de los residuos sólidos urbanos el municipio utiliza un relleno sanitario ubicado a 6 km al norte de la ciudad. El emprendimiento se emplaza en un terreno de 4 hectáreas al norte en la zona comúnmente denominada Finca del Sr. Samuel Esquinasi. A la fecha del presente informe se receptan aproximadamente 45 toneladas de residuos sólidos urbanos por día (…) El tratamiento continúa con la acumulación de basura en excavaciones denominadas trincheras donde los residuos se compactan”.
Como se advierte, el sistema es bastante rudimentario: se junta la basura, se la transporta al relleno sanitario y se apila en “trincheras” a cielo abierto. Por eso, desde la Auditoría exigen “detener las acciones que están generando el daño ambiental en forma inmediata” y “gestionar la solución integral del problema ante quien corresponda”. Y hasta tanto eso suceda, recomiendan “plantear y llevar a cabo soluciones alternativas de coyuntura inmediatas que permitan, hasta tanto se materialice la solución final, minimizar los daños ambientales: saneamiento del basural, excavación de trincheras, etc.”.
Además, los profesionales del organismo encabezado por Oscar Salvatierra recomiendan mejorar la gestión administrativa con la implementación de un proceso destinado a coordinar los recursos disponibles para establecer y alcanzar el objetivo impuesto por la ley. “Es decir, disponer y tratar los residuos domiciliarios de manera que se ajusten a las condiciones requeridas para lograr la sustentabilidad ambiental” aclaran y mandan a Romeri que “detecte e identifique, en áreas de su jurisdicción, las zonas de mayor riesgo sanitario y alto deterioro ambiental a causa de grandes concentraciones de residuos sólidos”.
El de Metán no es el primer ni el único caso de deficiente manejo de los residuos analizado y denunciado por la Auditoría General de la Provincia. En el pasado reciente, Cuarto Poder ya dio cuenta de otros informes de control sobre el tema y con conclusiones aún peores.
“Nada de privilegiados: los chicos y los viejos están en peligro en los municipios de El Tala y El Jardín, al sur de Salta. Así se desprende de un duro informe elaborado por la Auditoría de la Provincia sobre el manejo de los residuos urbanos en esas localidades del Departamento La Candelaria” denunció el copete de un lapidario artículo titulado “Para la bosta”.
Otro título premonitorio “Un Bordo Mazzonenos” encabezó otra nota en la que se denunció que “El Municipio de El Bordo no posee un relleno sanitario propio y vierte sus residuos sólidos urbanos en el pueblo de al lado: Campo Santo. La situación es aún más irregular dado que no existe un convenio formal entre ambas comunas sino, tan solo, un antiguo acuerdo verbal entre los intendentes”.