El Gobierno del Reino Unido anunció ayer la prohibición para los vuelos procedentes de catorce países sudamericanos y de Portugal, para tratar de evitar la propagación de una nueva variante del coronavirus detectada en Brasil.
El titular de la cartera de Transporte, Grant Shapps, informó que, a partir de la madrugada de hoy, estarán suspendidas las llegadas desde Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa, Guyana, Panamá, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela, como también de Portugal y Cabo Verde, por sus estrechos vínculos con Brasil. El Ejecutivo británico tomó la «decisión urgente» de vetar esos viajes a raíz de las pruebas sobre una nueva cepa de COVID-19 proveniente de Brasil, de la que se desconocen los efectos y diferencias con la actual y la, efectividad de la vacuna respecto a la misma.
Las restricciones no se aplicarán a personas con nacionalidad británica o irlandesa ni a ciudadanos de otros países con «derechos de residencia» en el Reino Unido. También estarán exentos los transportistas que lleguen a las islas británicas procedentes de Portugal para facilitar la llegada de «bienes esenciales».
Ya en Nochebuena, Londres estableció un veto a las llegadas desde Sudáfrica, tras la detección de otra variante del virus SARS-CoV-2 en ese país. El primer ministro británico, Boris Johnson, expresó su «preocupación» por las mutaciones detectadas en Brasil y su gabinete de Gobierno se reunió para abordar las nuevas restricciones de viaje.
En el Reino Unido se han disparado los contagios en las últimas semanas debido a una cepa del virus aparentemente más contagiosa. El miércoles se comunicaron 1564 muertos por la COVID-19, mientras que el número de pacientes hospitalizados con coronavirus en el país asciende a 36.489, por encima del pico máximo de 21.684 que se registró el 12 de abril, durante la primera ola de la pandemia.