Gustavo Barbarán, candidato al Parlasur por el frente que lidera Juan Schiaretti, ostenta una larga trayectoria en la politica local y nacional. En esta charla con Cuarto Poder nos habla de la importancia del pensamiento regional, la agenda que pretende llevar al parlamento y el escenario político actual.
Gustavo Barbarán es abogado y docente especializado en Relaciones Internacionales. Es profesor emérito de la UCASAL y lleva toda una vida inmerso en la política salteña. Militó toda su vida en el Movimiento Integración y Desarrollo (MID) y, actualmente, es candidato al Parlasur por el frente Hacemos por Nuestro País, que lidera el cordobés Juan Schiaretti.
La invitación a participar en estos comicios, asegura, tuvo mucho que ver con su afinidad a la figura de Arturo Frondizi. “A mí la invitación me llega del partido Autonomista de Corrientes y acepté la invitación porque me consta la relación estrecha que tenían con Arturo Frondizi, que era el líder del Movimiento Integración y Desarrollo (MID) del cual yo fui dirigente muchos años en Salta y en el orden nacional. Además, está Schiaretti como candidato a presidente de la Nación, que me parece mucho más potable que cualquier otro candidato. La otra razón es que yo enseñé más de 40 años los procesos de integración porque forman parte de la currícula y de la materia Derecho Internacional Público, o sea que me creo capacitado para una cosa así”, destaca.
¿Cómo considera que funciona hoy el Parlamento del Mercosur?
Tiene muy definidas sus funciones en una resolución del Consejo de Mercado Común, que ya tiene unos cuantos años. En el Tratado de Asunción se menciona una comisión parlamentaria. Y se establece, a la vez, que la estructura definitiva de los órganos del Mercosur se iba a hacer a través de un protocolo especial.
El Parlasur tiene un nombre que induce a la confusión porque uno lo relaciona con un Poder Legislativo y no es cierto. El Parlasur viene a suplir lo que se denomina en los procesos de integración el “déficit democrático”, porque tenían mucha preponderancia en el mercado común los gobiernos, pero no los pueblos. En esto no inventamos nada, esto es seguir la experiencia europea por sobre todas las cosas.
La Unión Europea, cuando nace allá en 1991, tampoco define muy claramente las funciones del Parlamento Europeo. Se fue haciendo con el tiempo a medida que iban avanzando las experiencias. El problema es que los países europeos, que integran la Comisión la Unión Europea, pusieron vocación y esfuerzo para que crezca, para que sea cada vez más fuerte. Algo que no sucedió acá.
¿Qué nivel de atención le dan los gobiernos nacionales provinciales al Parlasur?
No le dieron pelota. Ha sido una figurita de canje para los distintos gobiernos argentinos, brasileños, paraguayos y uruguayos. Yo creo que cuando sucede la incorporación de Venezuela -y su casi inmediata desafectación por incumplimiento de la cláusula democrática, que está este definida en el protocolo de Ushuaia- se empiojó todo. Lula tenía fichas puestas allí.
Pero la cuestión es que Bolivia está esperando que se la incorpore. Falta solo la decisión brasileña. Para nosotros es imprescindible que Bolivia entre al Mercosur.
¿La incorporación de Bolivia sería mejor para Salta y el norte argentino?
¿Qué le parece? Si hay algo que caracteriza a un proceso de mercado común, aunque en el caso del Mercosur no pasa del rango de unión aduanera imperfecta, es que implica la libre circulación de personas, capitales, bienes y servicios; es decir de los factores de producción. Bolivia tendría que empezar a atender otro tipo de relación y, obviamente, todos estos problemas que tenemos con la libre circulación desde y hacia Bolivia se tienen que acabar, por decir una cosa.
El sur boliviano y el norte argentino -particularmente Salta, Jujuy, Formosa y Chaco- tenemos un elemento común que es el río Bermejo, que desde 1860 está esperando que se que se haga navegable.
¿Qué agenda debería imponerse para Salta y el norte?
Lo primero, invitaría a cada uno de los parlamentarios de las 10 provincias Norte Grande. Como las provincias vienen trabajando, su propia agenda, me parece que los parlamentarios debieran tener una agenda y trabajarla en el ParlaSur, porque entre otras funciones que tiene el ParlaSur es la de asesoramiento, la de producir dictámenes.
Una vez que se tenga esa vocación, hay que exigirle a la Cancillería Argentina que haga funcionar correctamente un instrumento de coordinación de la actividad de los cuarenta y siete parlamentarios argentinos, por eso existe el Consejo Federal de Relaciones Exteriores. Es imprescindible porque todo lo que haga un miembro del Parlasur roza la política exterior del país. El que crea que ir a Montevideo, sin sueldo (porque solamente se reconocen gastos de estadía y traslado) va a ir a mojar las patitas en la playa de Carrasco, está loco. Va a tener que trabajar más que un legislador nacional.
¿La política de litio para la provincia estará también en agenda?
Creo que ese es un tema nacional. No quiero decir que eso no se haga, porque a través de las iniciativas IRSA nosotros tenemos la suerte de que va a pasar por acá el corredor bioceánico y tenemos empresas que se están instalando en el Parque Industrial de Güemes para darle valor a la extracción de litio, para pasar del carbonato de litio al hidróxido de litio. Entonces, eso ya tiene otra dimensión.
Entre los candidatos al Parlasur por Salta ¿advierte que hay distintos modelos en pugna?
Desconozco. No escuchamos muchas propuestas tampoco en la campaña, ¿no? Hay que tener una visión de política internacional y de geopolítica. A mí me da terror porque el Señor Milei en alguna ocasión dijo que, si él fuese presidente, sacaría a la Argentina el Mercosur. Entonces ¿cómo hace su candidato (Alfredo Olmedo) para decir ‘si gana Milei, en dos meses Argentina ya no forma parte del Mercosur’?. Si eso sucede, es porque el Señor Milei no tiene la menor idea de geopolítica. Si él cree que la geopolítica es cuestión de la libre iniciativa de la empresa, estamos fritos.
¿Qué valoración tiene del actual representante salteño, el exgobernador Hernán Cornejo?
Yo he hablado mucho con él, tenemos muchos puntos en contacto. Hernán ha trabajado mucho y no le han dado mucha bola, pero no solamente a él. Esto excede las provincias, es una nueva cultura, la cultura del pensamiento regional. Argentina, lamentablemente, carece de esa cultura.