Orán también tuvo su dosis de pánico, palos, corridas y cuasi saqueos. En el marcado de abasto se enfrentaron policías y saqueadores. Los canas cobraron, y no el sueldo.
De repente los policías que hace una semana eran los malos de la película que podían allanarte la casa, el auto o lo que fuere, ahora son los héroes de la noche de pánico mal orquestado.
El miedo es un motor que se ha instalado para hacer correr el verdadero ser de la salteñidad. Hay mucho miedo, casi pánico y una posibilidad de que todo se pudra, más por la violencia de los defensores del bien, que por los posibles saqueadores.
Un grupo en Orán intentó aprovechar la situación y entrar a toda costa al mercado de abasto pero se encontraron con la cana que custodiaba el lugar y no arrugaron. Entonces la locura se desató. Algunos hablan de una balacera, otros informan que se dieron con lo primero que encontraron a mano. El resultado fueron tres detenidos y un policía herido durante la madrugada en la que todo podía suceder.
Al final el saqueo no prosperó, quedaron doce policías heridos que fueron llevados al hospital.