Un taxista fue apuñalado el 7 de febrero por un pasajero que, tras amenazarlo con un arma blanca desde el asiento trasero, le robó su teléfono celular. El taxista resultó herido en un forcejeo y debió ser hospitalizado.
Según la denuncia, el taxista recogió a un pasajero en la Avenida Discépolo, quien le pidió que lo llevara a la intersección de calles Córdoba e Independencia. Sin embargo, una vez cerca del barrio San Benito, el pasajero pidió dar la vuelta, alegando haber olvidado su billetera. Durante el trayecto hacia el barrio Solidaridad, el pasajero se cambió de asiento y, sorpresivamente, sujetó al taxista por el cuello mientras lo amenazaba con un arma blanca, exigiéndole su celular.
Atemorizado, el taxista entregó su teléfono. El agresor bajó del taxi, pero el taxista intentó detenerlo, lo que provocó que el agresor arrojara una piedra al parabrisas del vehículo. En el forcejeo que siguió, el taxista logró arrebatarle la mochila al agresor, pero recibió dos puñaladas antes de poder escapar. Herido, el taxista se dirigió al hospital Papa Francisco.
Posteriormente, el hijo del taxista entregó la mochila recuperada a la policía, lo que contribuyó a la investigación. Las imágenes de las cámaras de seguridad de un comercio local permitieron reconstruir parte del recorrido del taxi y la identificación del sospechoso. Así con el Sistema Federal de Comunicaciones Policiales y la información recabada llevaron a la policía al domicilio del sospechoso, en el barrio Convivencia.
Durante el allanamiento, se encontraron prendas de vestir que pertenecían al agresor, y se procedió a su detención. La policía presentó las imágenes del sospechoso al taxista, quien lo reconoció sin dudar.
Se espera que la audiencia de imputación se lleve a cabo en las próximas horas, donde se presentarán todos los cargos contra el detenido. La efectiva cooperación entre la fiscalía, la policía y el testimonio del taxista fueron cruciales para el desenlace de este caso.
