En los últimos días, previos a las elecciones en EEUU, se presenta un nuevo caso de brutalidad policial en Filadelfia. La indignación de la gente, la llevó a salir a las calles. Saqueos, destrozos y enfrentamientos con la policía, dejaron cientos de detenidos.  

El lunes un hombre de 27 años con trastornos mentales fue herido de muerte por la policía. Algunos testigos dicen que Walter Wallace llevaba un cuchillo.  A fines de mayo la muerte de George Floyd, en Minnesota, desató una ola de protestas que no se habían visto en décadas en el país. Pero los casos de violencia policial se siguen multiplicando en el gobierno de Donald Trump, quien evita hacer referencia a estos hechos, aunque si habla de «caos» cuando se refiere a las protestas que, según él, tienen base marxista, término con el que habla de sus adversarios demócratas.   

Desde el área de Seguridad de su gobierno advirtieron que, de seguir las protestas enviarán agentes federales a Filadelfia. Mientras tanto, Joe Biden promete aumentar el presupuesto policial y avanzar con una reforma si accede finalmente a la presidencia. 

Familiares y amigos de Walter Wallace se reunieron el martes por la tarde para exigir justicia. «¿Importan las vidas negras?», era el gritó de los manifestantes. Una mujer que se identificó como prima del joven de 27 años abrió las puertas de su auto mientras lloraba desconsoladamente escuchando las letras de rap que el mismo joven abatido compuso sobre la violencia policial.  

La violencia estalló después de que Wallace recibiera al menos diez disparos de dos policías para los que no representaba una amenaza inminente, como muestra el video que se viralizó en redes sociales. Los dos agentes implicados en el crimen fueron momentáneamente desafectados de la fuerza para avanzar en la investigación, aunque no fueron detenidos. 

El asesinato de Wallace ocurre a una semana de las elecciones presidenciales en Estados Unidos y en el marco de las crecientes protestas contra el racismo y la violencia policial que este año tomaron las calles del país luego del brutal asesinato del afroamericano George Floyd. El policía que lo asesinó, Derek Chauvin, quedó en libertad luego de pagar una fianza de un millón de dólares. La misma suerte corrieron los policías que asesinaron a la paramédica afroamericana Breonna Taylor. La mataron durante un allanamiento ilegal a su casa y mientras dormía. Ninguno de los responsables fue acusado de homicidio. 

«Estamos listos para desplegar recursos federales si es necesario. El presidente Trump no tolerará la violencia hacia las fuerzas del orden de Estados Unidos», declaró la directora de comunicaciones de la Casa Blanca. Mientras hace una semana en la segunda parte del debate presidencial, el actual presidente de EEUU expresaba a viva voz «Soy la persona menos racista de esta sala», defendiendo un legado antirracista solo comparable al de Abraham Lincoln. A lo que Biden respondió «Este Abraham Lincoln es uno de los presidentes más racistas que hemos tenido en nuestra historia moderna. Vierte gasolina a cada fuego racista».