En Francia detuvieron a Nicolás Sarkozy por interferir en la Justicia. En Salta su poder llegó hasta el fondo.
El ex presidente de Francia Nicolás Sarkozy fue detenido para ser interrogado por tráfico de influencias. El ex presidente galo está acusado de prometer un ascenso a un juez, a cambio de información sobre su proceso. El mecanismo guarda similitudes con el caso de las turistas francesas en Salta. Un juez es indagado o direccionado por los gobernantes políticos, y luego es ascendido o premiado por ese poder. Más o menos de eso se lo acusa al ex presidente francés.
En Salta más o menos igual.
Está claro que Sarkozy tuvo una participación vital en la investigación por el doble crimen de San Lorenzo en 2011, cuando era mandatario francés. El resultado en Salta fue la impunidad. Los responsables aún gobiernan. Se cree que en el caso de los crímenes de Cassandre y Houria la investigación judicial no fue eficiente por la intervención política sobre la Justicia. La justicia a través del juez Martín Pérez mostró su peor cara. Más allá de los anuncios televisivos de jury contra Pérez el magistrado fue premiado y ascendido a camarista por el gobernador Juan Urtubey. Un hecho escandaloso por sí mismo, pero sostenido en el tiempo. Sarkozy vuelve a llevarnos a ese nexo entre política y justicia, porque en Salta pasó eso. Nos lleva porque Sarkozy fue protagonista en el caso salteño. Se cree que en 2011 la espantosa investigación judicial realizada y por la cual se acusó a Gustavo Lasi, Daniel Vilte y Santos Vera, fue cuanto menos “auditada” por el entonces Secretario de Seguridad, Aldo Saravia.
Según el propio funcionario declaró ante la Sala II durante el juicio, había premura por resolver el caso. Premura política. Sarkozy presionaba desde el viejo continente por el caso de las turistas, y Cristina presionaba desde La Rosada. Sarkozy usaba el caso de las turistas asesinadas en Salta para lograr un voto de Argentina en la cumbre del G20*. Aldo Saravia ante los jueces admitió que debía informar sobre la acción judicial a su jefe, Pablo Kosiner (Min. Seguridad/Hombre de Ley), para que este informe a la población. Saravia evitó nombrar a Juan Urtubey ante los jueces, pero es obvio que la presidenta no llamaba al Secretario de Seguridad de Salta. Se deduce que Sarkozy llamaba a Cristina. Cristina Kirchner a Juan Urtubey. Así la cadena. Este camino de presiones y conversaciones durante 2011 está más o menos claro, y hasta salió en los diarios. El resultado fue un crimen impune, y convertido en mito. El suicidio de un comisario. La cárcel por tres años de dos inocentes. Las versiones sobre hijos del poder y fiesta VIP, ante este cuadro cobró trascendencia.
El caso y esta particularidad dañaron visiblemente la credibilidad de la justicia salteña. Era sabido. Cuando entra la política por la puerta, la justicia sale despavorida por la ventana. Por eso Martín Pérez -y su poder de juzgar- mellan el espíritu. Se cree que Sarkozy fue uno de los protagonistas de esa historia. En Francia Sarkozy gobernó entre 2007 y 2012. Se los acusa de «tráfico de influencias» y «violación del secreto de investigación» en aquel país. La investigación en su contra comenzó en febrero de este año. Es el primer presidente francés que va preso. En Salta nadie fue preso.
*ver Jean Michel Bouvier, Cuarto Poder 09/05/14