En un bar de la Balcarce cobran $200 una botella de agua, de medio litro. ¿Así queremos proteger las fuentes de trabajo?

Para que vuelvan los turistas, para que los mismos salteños hagan el esfuerzo económico de volver a una confitería hace falta que los dueños de esos comercios no presenten precios que son un saqueo.

Un lector de CUARTO PODER envió estas imágenes, donde consta que debió pagar $200 por un agua mineral de medio litro y $150 por un café.

¿No es un robo a mano armada? ¿Con la miseria que hay, cuántos salteños se pueden dar este lujo? ¿Por qué tomar un feca se ha convertido en un lujo?

Está claro que así no va a ir nadie. Y después estos comerciantes son los que salen a implorar ayuda del Estado.