Hace un tiempo empezaron a pulular en nuestra provincia nuevas formas de cometer los delitos de siempre, en ese marco es que el robo creció y a la par los hurtos a través de aplicaciones como pedido ya y Uber.
Paquico Freyre
Para algunos ariscos a la tecnología hablar de Uber puede resultar chino básico, por lo que vale introducirlos al respecto. Uber opera en Salta desde hace más de dos años, pero su situación es un poco complicada. Aunque está disponible y cualquiera con la APP puede solicitar viajes, en su momento, muy tímidamente la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT) de Salta había declarado que no autoriza ni avala el funcionamiento de Uber en ninguna de sus formas. Esto incluye servicios como Uber Flash, Uber Taxis, Uber Essential, Uber Medics, Uber Driver y Uber Moto, entre otras apps.
La AMT también señaló en su momento que el uso de Uber en Salta es ilegal y advirtió a la comunidad salteña sobre los riesgos asociados con el uso de estos servicios no regulados. A pesar de esto, Uber sigue operando en la ciudad y municipios aledaños y ofrece opciones de transporte a los usuarios que muchas veces la eligen por sobre los taxis y remises regulados.
Basta con decir que un transporte fiscalizado por la AMT que cuenta con licencia, controles y paga un promedio de $200.000 por mes de seguro por tratarse de un transporte profesional. En la misma línea, un Uber auto o moto ronda entre los $5.000 y $20.000 por mes bajo la figura de un seguro con prestaciones básicas.
El síntoma
Hace unos días se radicó una renuncia contra un presunto Uber que luego de trasladar a una mujer hasta el Barrio Santa Ana Primera Etapa, se fugó con más o menos $250.000 pesos de mercadería en el baúl. La denuncia se generó a las horas del hecho en la Comisaría 12° a unas cuadras del lugar desde donde arrancó el vehículo tirando contra el cordón a la señora que intentó retener al delincuente.
Este sería uno de los más recientes casos de robos, hurtos y otros delitos cometidos por conductores de Uber, tanto en auto como en moto. Entre las recomendaciones al respecto, se puede precisar que ningún usuario de Uber debe subirse a un vehículo que no coincida con los siguientes elementos presentes en la App: Nombre del conductor, patente y características del vehículo.
Otro caso denunciado en los últimos días fue en la Subcomisaría de San Lorenzo, cuando una joven al tomar un vehículo distinto al descrito en la App, fue llevada por otro camino para ser abordada por el chofer y otros dos delincuentes que la esperaban en las inmediaciones de las nuevas construcciones de lo que se conoce como San Lorenzo Chico, a pocas cuadras de la Circunvalación Oeste.
Si el pasajero chequea esta información antes de abordar el vehículo podría esquivar por lo menos un 50% la posibilidad de ser víctima de este servicio ilegal e irregular que se desarrolla en nuestra ciudad desde hace un tiempo y no para de crecer por la necesidad de trabajo o peor, una opción para los delincuentes.
La escuela
A estas alturas del año en Capital Federal y el AMBA las estadísticas explotaron al respecto de estos delitos vinculados a Uber, DIDI y otras apps de transporte que compiten deslealmente contra taxis y remises. Como corazón del país, más de 20 millones de personas circulan por CABA y Buenos Aires, potenciando la capacidad de daño de esta modalidad.
Sumado a ello, están los negocios paralelos a estos delitos, como la venta vía redes de cuentas de choferes de estas apps para evitar que puedan identificarse fielmente a los delincuentes. Por este medio, un usuario chofer de Uber que no utiliza su cuenta puede rifarla por unos $100.000 y hasta $400.000 según las características de la cuenta.
El cálculo de los delincuentes ronda las siguientes variables: con uno o dos viajes pueden recuperar ese dinero al asaltar o hurtar bienes pequeños que porta cualquier ciudadano, un celular, tarjetas de crédito, computadoras, etc. Además, las variables presentes en los actos delictivos están la cantidad de personas que utilizan la App en la metrópolis y en las regiones por las que circulan, dando como favoritas la zona norte de CABA y La Plata entre las más afectadas por los delincuentes.
¿Qué hacer?
Salta puede convertirse en muy poco tiempo en otra víctima masiva de estas modalidades delincuenciales, y solo basta con que las fuerzas del orden y las autoridades que regulan los servicios, miren a otro lado. Tal cual viene pasando y que en unos meses podremos tomar con estadísticas tal crecimiento.
Se dice que son muchos más los casos de asaltos y hurtos en situación de transporte en Ubers en la capital salteña, pero en muchos casos al tratarse de elementos de poco valor o la poca efectividad de la policía de Salta, las víctimas elegien no efectuar la denuncia, ya que solo les representaría una pérdida de tiempo o incluso, malos tratos e ineficiencia por parte de las fuerzas.
La imagen de la policía salteña no es de las más altas entre los servicios públicos que provee la provincia. A pesar de tratarse de una de las reparticiones más grandes de la región, como asistente de la justicia o como aparato preventivo de crímenes y delitos, la policía viene dejando mucho que desear y no cumple con las expectativas de la ciudadanía.
De momento, no está en el radar del Ministerio de Seguridad de la Provincia ni de la Municipalidad, empezar a planificar y ejecutar contramedidas para resguardar a los salteños y salteñas. Ya sea por ineficiencia o decisión, la lógica de libertad de mercado está acaparando los servicios clásicos de transporte personal dejando víctimas por el lado de estas modalidades de robo, como los tacheros y remiseros que pierden día a día por competir contra estos agentes que gozan de bajos o nulos impuestos y la completa irregularidad e ilegalidad para operar.