«Son solamente cuatrocientos de los treinta mil gritos de justicia que laten en nuestro corazón» escribió Carlos Jáuregui.

De donde proviene el número 400?

Proviene de un testimonio que publica en 1987 Carlos Jáuregui en el libro «La homosexualidad en Argentina». Allí el fundador de la CHA (Comunidad Homosexual Argentina) hace referencia por primera vez a 400 personas LGBT+ desaparecidas en el marco del Terrorismo de Estado. «Son solamente cuatrocientos de los treinta mil gritos de justicia que laten en nuestro corazón» escribió.

Esas 400 no formaron parte de las listas de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP). El número se basa en una información que le comparte el rabino Marshall Meyer, que integró la CONADEP. y que identificaba entre las víctimas listadas de la dictadura a 400 «homosexuales» (categoría que incluía entonces a lo que hoy es LGBT+).

¿Por qué se habla de 30.400?

Si bien la cifra es estimativa, se habla a grandes rasgos de 400 porque no estaban incluidas en las listas oficiales de la CONADEP, dicen que por presiones de la Iglesia. Ese número se baraja en un momento en que las desapariciones estimadas eran mucho menos que las 30 mil de las que hablamos hoy.

Hablar de 30400 no es disputar los 30 mil sino visibilizar que aún se sabe poco acerca de la persecución del terrorismo de Estado a personas LGBT. Lamentablemente esa persecución no empezó con la dictadura ni terminó con el regreso de la democracia.

¿Quienes impulsaron esta visibilización este año?

La visibilización no empezó este año, quizás se vio más en redes sociales pero la empieza la CHA en los ´80. Activistas de la diversidad sexual reclaman esto con la cifra simbólica 30.400, aunque otros piensan que esos 400 ya están incluidos en los 30.000.

La visibilidad cobra fuerza con el avance de los juicios por delitos de lesa humanidad. Se vienen escuchando testimonios que dan cuenta de la represión a gays, lesbianas, trans y travestis. Como dice Silvia Delfino, ya se está construyendo esa memoria LGBT, pero el proceso de Memoria, Verdad y Justicia es muy complejo, y no tiene todavía la dimensión y visibilidad que podría tener.