En esta semana los problemas con el servicio de energía eléctrica se multiplicaron en Salta, como en todo el país. A la importante suba de las tarifas, que al menos se duplicaron según las facturas, se sumaron un apagón y otros cortes prolongados que exaltan los ánimos en el norte provincial.

Según Eduardo Rodríguez Chirillo, Secretario de Energía de la Nación, en la Edición 2024 del Amcham Summit realizado en el Centro de Convenciones de Buenos Aires (uno de los tantos foros a los que jamás podrán llegar los pobres usuarios salteños), los argentinos no sabían bien qué estaban pagando en estos años porque la energía tenía precios bajos porque la subsidiaban.

Con total tranquilidad aseguró que para que se pueda pagar la energía con lo recaudado con tarifas es necesario que su precio suba doce veces, es decir 1.200%. También anticipó que a partir de Mayo se implementará un nuevo modelo de subsidios que podría comprometer más aún la economía de las familias de sectores medios.

Nada dijo sobre las centenas de miles de millones que deben las empresas a CAMMESA, y ésta a las generadoras, poniendo en peligro la cadena de pagos. Tampoco sobre la falta de designación del Subsecretario de Energía Eléctrica, la paralización de transferencias de recursos del Fondo Nacional de Energía Eléctrica a las provincias durante los meses de Diciembre y Enero, y la suspensión de obras estratégicas. Cuántos ciudadanos quedarán afuera del sistema eléctrico de continuar con este tipo de decisiones?

Acaso el ajuste que pretende Milei es totalmente incompatible con el derecho de los pobres a acceder a servicios públicos esenciales?; No cabe contemplar el incremento de los ingresos de los obligados a pagar cuando existe una inflación tan alta? Por el contrario, el Ministerio de Economía ha ordenado a la cartera de trabajo que no homologue convenios salariales que superen el 16% en marzo y el 12% en abril. Está claro que la casta padece una porción del costo del ajuste, pero los más perjudicados son los ciudadanos comunes.

Los niveles de indiferencia de los funcionarios del Gobierno Central para con los bolsillos de todos sorprende a diario. La supuesta ignorancia de quienes deben pagar las tarifas, fomentada desde siempre por los políticos de turno, no puede justificar que se eleven de manera geométrica cuando no existe posibilidad de que los sectores más empobrecidos las paguen o al menos adapten sus economías familiares a semejante impacto.

Nadie duda que hubo desvíos, abusos y hasta fraudes en el sistema eléctrico. Las decenas de miles de millones de pesos que el Tesoro de la Nación le enviaba a la empresa CAMMESA para que compense el despacho del mercado eléctrico mayorista saqueado por las grandes empresas que siguen sin pagar lo que compran. Quien devolverá los 180.000 millones que les perdonó Sergio Massa a EDENOR y EDESUR en 2023?

Por mucho tiempo en la era kirchnerista se regaló energía a todos, pero sobre todo a los más ricos. Por supuesto que esto siempre estuvo autorizado por la ley de presupuesto nacional que aprobaron todos los sectores políticos.

En el medio de la fiesta de subsidios -que se concentró sobre todo en el transporte-, los patagónicos tuvieron el privilegio de que les mermaran los precios del servicio mediante una ley nacional en estas décadas. Ninguna otra región o provincia obtuvo este privilegio, a pesar de tener temperaturas extremas, tanto de frío como de calor. En Salta los legisladores nacionales Andrés Zottos, Sergio Leavy y Lucas Godoy presentaron proyectos para declarar como zona cálida a Salta y rebajar las tarifas de los norteños, pero fracasaron porque el Congreso integrado por demasiados porteños nunca los trató.

Otra que tuvo el apoyo económico de nación fue la empresa del agua AYSA que hasta hace poco dirigía Malena Galmarini, la esposa de Sergio Massa que entonces presidía la Cámara de Diputados y después manejó el dinero de todos como Ministro de Economía. Del presupuesto nacional se le transferían miles de millones mientras que sus usuarios del puerto pagaban tarifas mínimas.

Es lo que puso de manifiesto Gustavo Sáenz esta semana. Los porteños que obtienen la luz de EDENOR o EDESUR pagaron siempre tarifas ínfimas a la par de Salta. Siempre hicieron política electoralista con las tarifas de estas empresas que hoy representan intereses económicos gigantes. La cara de hoy es José Luis Manzano -ex Ministro del Interior del ahora prócer mileicista Carlos Saúl Menem- quien opera no solamente para obtener fortunas, sino para expandirse. Podría convertirse en costumbre de los megaempresarios en la era Milei que ubiquen adeptos o empleados en puestos estratégicos de la Secretaría de Energía.

En febrero Rodríguez Chirillo aumentó el precio de la energía en 145%, el de la potencia que contratan los comerciantes y empresas en un 3.256% y la tarifa de transporte en más del 300%. El impacto en las facturas de Edesa se hizo sentir, máxime cuando la provincia también autorizó actualizaciones en la parte de la tarifa que le corresponde en un 78% para febrero, 11,84% en Febrero y un 11,84% en Marzo de 2024.

El gobierno nacional quiere ajustar más las cuentas y ha decidido suspender o dejar sin efecto las contrataciones eléctricas que estaban licitadas o con avance de ejecución. Salta pierde así la obra más importante que había gestionado Sáenz y que anillaba la zona metropolitana con tres estaciones transformadoras en San Agustín, Campo Quijano y Centro Oeste, hasta cubrir los nuevos poblados de San Lorenzo Chico.

Un estudio del Consejo Federal de Energía Eléctrica alertó en 2023 sobre un alto porcentaje -que se aproximaba a la mitad- de las estaciones transformadoras del país que se encontraba al borde del colapso y que era necesario invertir en reposiciones o mejoras. Mientras el nuevo gobierno anunció que no habrá obras públicas financiadas con plata del Tesoro Nacional, la gran demanda de energía eléctrica por las altas temperaturas ya recibe señales claras de que pueden proliferar las fallas del sistema y los apagones.

El día de ayer Tucumán, Salta y Jujuy se quedaron sin luz por algunas horas por este motivo. Cuando se producen estos eventos y por estar animada por criterios centralistas y discriminadores, CAMMESA no contrata a la empresa boliviana que permitiría aliviar la situación. Un corte que podría durar minutos termina dejando sin luz por horas a miles de usuarios porque no quieren pagar este gasto extraordinario. Cuando los cortes se producen en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la respuesta de la empresa es inmediata.

Salta es una de las pocas provincias que mantiene las costosas decisiones que asumió en 2023. 100.000 familias de los departamentos más calientes pagan con una reducción del 30% o 50%. 135.000 familias pagan la mitad de los aumentos que se aprobaron para los servicios de agua y luz. Otras 21.000 carenciadas están protegidas por el total del monto con un tope de consumo. Todo esto le costará a la provincia de Salta este año más de 7.000 millones de pesos aunque parece no ser suficiente frente a facturas que pasaron los $30.000 en el sector de bajos recursos y que superaron los $70.000 en la clase media.

Llueven los pedidos para que se suspendan los cortes de energía para los que no puedan pagar. Comerciantes, hoteleros y restaurantes -entre muchos otros- amenazan con acciones judiciales. Antenoche en la Ciudad de Orán dos jóvenes encapuchados que conducían una motocicleta vandalizaron el local de la empresa EDESA. Hasta en la economía familiar la revolución libertaria nos sigue conmoviendo…

Nada es para siempre

Así, como nos lo marcara el propio Winston Churchill en El Times de Londres en 1944, hay muchos que están igual de despistados en nuestra política con el triunfo de Milei, inesperado, en verdad, hasta para él mismo y sus huestes. Argentina, dijo en esa oportunidad Churchill, “…ha elegido flirtear con el mal, pero no solo con el mal, sino con el lado perdedor…” Se refería, obviamente, a la preferencia por los países del Eje que tuvieron los golpistas de 1943. Allí es que, en definitiva, nos desnorteamos. Otro día, quizás, nos detendremos en ello, hoy solo quiero señalar la incertidumbre que a veces asalta a algunos actores de nuestro drama politico. En especial quiero referirme a los que supuestamente conducen a la Unión Cívica Radical. Para ese partido, tanto a nivel nacional como provincial, está lloviendo sopa, pero, como siempre, están con el tenedor en la mano. Debemos aclarar que en nuestra provincia tal desaprovechamiento viene desde hace ya mucho tiempo.

El interrogante me surgió cuando hace unos días, tras el debate fallido por la denominada ley omnibus, en un reportaje el presidente del bloque radical de diputados nacionales, Rodrigo de Loredo, se puso de repente a lagrimear. La pregunta que todavía hoy me da vueltas es el por qué del llanto de de Loredo. ¿Habrá sido por impotencia ante la actitud de Milei de retirar el proyecto de ley porque no iba a salir conforme a su antojo presidencial? ¿ Habrá sido porque en realidad él mismo se sentía más cerca de ese ideario que el que debió llevar adelante en su rol de presidente de un bloque de diputados de oposición? ¿Habrá sido porque los diputados del PRO ocuparon el lugar que en ese debate él esperaba para sí mismo? La cuestión es que no sé por qué lloraba de Loredo pero tengo mis dudas en cuanto pueda seguir presidiendo ese bloque.

Si las cosas le salen bien a Milei tenemos orate para rato, sí, pero no para siempre. En una columna anterior decíamos que había que hacer de la necesidad virtud. Con ello queríamos significar que consideramos necesaria la tarea que éste está haciendo en la macroeconomía como es equilibrar las cuentas fiscales. Esa tarea, la de la macroeconomía, que deberían asumir todas las fuerzas políticas como necesaria, debería ser como tal una política de Estado: equilibrio fiscal.

Entonces que la haga, se ganó el derecho de hacerlo porque triunfó en la elección para eso y es el presidente elegido por los argentinos, aunque aún hoy nos parezca mentira. Digamos que no tiene como suele decirse el “psique du rol”. Pero se lo eligió. En lugar de llorar por no sé qué, Loredo y toda la oposición debería prepararse para el día después, porque, como todos saben, nada es para siempre. Sino pregúntenle a Cristina y a la pobre exdiputada Diana Conti que murió esta semana, autora de la frase “Cristina eterna”. Nada es eterno, ni los laureles. Si nuestros próceres se levantaran hoy, con las ramas de esos mismos laureles sacarían corriendo a quienes pusieron entre ellos al multiprocesado Carlos Menem. No, nada es para siempre. Por suerte.

Lo que debe hacer la oposición es cumplir con el rol que se le adjudicó, es decir, ser precisamente eso, oposición. Como tal controlar que las cosas se hagan bien y que sean lo mejor posible y prepararse para ser una alternativa moderna, acorde a los difíciles tiempos que nos tocan atravesar. Hay muchas cosas que el radicalismo desde el lugar en el que está puede hacer. Lo primero es abandonar el lamentable papel de viudas del PRO o del propio Milei por la sencilla razón de que ambos, el PRO y Milei, no los quieren cerca. Y eso, dense cuenta, es bueno. Muchachos lo están colocando en el rol de la oposición, y como nada es eterno, aprovechen la ocasión. Está lloviendo sopa entonces agarren la cuchara no el tenedor. Suban al ring y muestren el ideario que tienen. Es decir, lo que pensaban hacer sus muy buenos economistas, mucho mejor que sus candidatos desde ya, para el supuesto caso de haber salido gananciosos en las pasadas elecciones.

Hay cosas más positivas que ponerse a llorar en la vereda. Los límites de este paleolibertarismo están a la vista. Un mercado no puede regular todo y mucho menos cuando ese mercado no existe. Lo mismo nos sucedió en los tiempos en los que Churchill señaló nuestro despiste: el mercado interno nuestro, por inexistente, no podia soportar la autarquía que en aquellos momentos se propuso. Así nos fue. Así estamos.