Por estas horas cobró fuerza un rumor que indica que la intendenta capitalina habría aterrizado en un vuelo privado junto a su padre Juan Carlos Romero en la cálida Miami. ¿Shopping, negocios o turismo vacuna?

Una doble restricción rige para todos los mortales que desean salir del país por el motivo que fuera durante la pandemia: las impuestas por el gobierno nacional en el marco de la situación sanitaria y las que, naturalmente, impone la economía doméstica. De allí que, un vuelo a Miami-Florida en un avión privado, no parece una opción al alcance de cualquiera.

Si a esas limitaciones se le suman responsabilidades institucionales puede convenirse que el hecho adquiere otro tenor. Sobre todo si no se instrumentaron los mecanismos legales para establecer un reemplazo provisional y que la comuna no quede acéfala.

Este parece haber sido el caso de la intendenta Bettina Romero y su familia que, durante el fin de semana pasado, habrían abordado una aeronave privada con rumbo a Fort Lauderdale (Miami-EEUU). Nadie sabe con certeza el motivo de la travesía, pero algunas fuentes indicaron a este medio que entre la comitiva viajaban el senador Juan Carlos Romero y Doña Bettina Romero madre.

Se sabe que el distrito veraniego preferido por los latinos se convirtió en los últimos meses en un destino clave para el «turismo de vacunación».

También se sabe que un desplazamiento de estas características, con las escalas correspondientes, ronda los U$S 16 mil y que la visita no se habría extendido más allá de este lunes, puesto que en la mañana de ayer mantuvo una reunión en Buenos Aires con el ministro de Turismo y Deportes Matías Lammens.

Algunas fuentes, además, sugirieron a este medio que el avión que transportó a la familia llevaba la insignia de un poderoso banco privado de fuertes nexos con el poder político. ¿»Marco»? ¿»Narco»?