¿Qué hacer si es que un inspector de tránsito intenta cobrarnos una multa por infringir las leyes? Hay dos opciones: 1) aceptar el error y pagar la multa y 2) acelerar a fondo y pasarle por encima al zorro. Un hombre optó por la segunda.
El tránsito a determinadas horas en el centro capitalino es un caos: gente que cruza la calle por cualquier lado menos por el paso peatonal, colectivos temerarios que aceleran en las esquinas resguardados por el tamaño de las unidades, poca paciencia en los semáforos, motocicletas y bicicletas andando en contramano y los autos estacionados en doble fila con la baliza mágica que parece indicar que todo está bien (una señal exclusivamente salteña) o en todo caso significa un “vuelvo al toque”. Todas infracciones comunes a las que los inspectores de tránsito ya deben estar acostumbrados.
Este último fue el caso en el que se vio envuelto uno de los trabajadores del control municipal de tránsito: un automóvil Audi de color azul estaba en clara infracción estacionado en doble fila en inmediaciones de Balcarce y Santiago del Estero. Se acercó para elaborar la boleta correspondiente, esto fue detectado por el conductor del automóvil quien, en una maniobra evasiva, trató de huir pero no pudo evitar al inspector y terminó tirándole el auto encima.
Todo terminó con el atropellado en una clínica privada donde fue tratado por heridas leves y el conductor del auto (quien no fue identificado) detenido con el posterior secuestro del rodado. Se realizaron las denuncias correspondientes por lesiones y el pisazorros fue llevado a la Unidad Regional Nº 1.