Arduas negociaciones en el Senado para aprobar el proyecto. El FPV accedió a tratar hoy a las 12 la iniciativa acordada por el Gobierno y la CGT. Intentarán que Diputados la analice mañana sobre tablas.
Todavía en medio de un clima de recelo y desconfianza, y con heridas políticas a flor de piel, en particular en el Frente para la Victoria (FPV), el Gobierno logró terminar de cerrar el círculo y se garantizó un amplio apoyo legislativo al nuevo esquema del impuesto a las ganancias que acordó en las últimas 48 horas con la CGT y las provincias.
La iniciativa, que obtuvo dictamen ayer a la noche en la Comisión de Presupuesto y Hacienda, será tratada hoy en el Senado , en una sesión prevista para las 12. Todo indica que el proyecto será aprobado sin mayores contratiempos, más allá de un extenso debate.
La idea del Poder Ejecutivo es que la Cámara de Diputados acepte mañana en un debate sobre tablas los cambios que se le introducirán al proyecto que aprobó hace tres semanas y convierta en ley los nuevos parámetros del impuesto.
Según se informó ayer, el proyecto que se discutirá hoy en la Cámara alta elevará el mínimo no imponible a $ 30.500 de bolsillo ($ 37.000 en bruto) para los trabajadores casados con dos hijos en relación de dependencia. Para los solteros, el impuesto comenzará a regir para aquellos que superen los $ 23.200 netos ($ 27.900 en bruto). Además, se establece todo un nuevo sistema de escalas del impuesto hasta llegar a la alícuota máxima, que seguirá siendo del 35%.
El acuerdo del Gobierno con la CGT y las provincias fue transmitido al Congreso en una multitudinaria reunión con los presidentes de bloques de ambas cámaras, a la que asistieron el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.
A esa hora, pasadas las 17, el consenso político aún no se había convertido en un proyecto de dictamen. Recién cerca de las 19 salió del despacho del presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado, Juan Manuel Abal Medina (FPV-Buenos Aires), el texto redactado junto a los negociadores oficialistas: su par de la Cámara baja, Luciano Laspina (Pro-Santa Fe), y Nicolás Massot (Córdoba), presidente del bloque de diputados de Pro.
El debate posterior en la comisión dejó anticipos de lo que será la discusión hoy en el recinto.
Así, la kirchnerista María Ester Labado (Santa Cruz) se quejó porque «los únicos que perdieron son los trabajadores, porque el proyecto de la Cámara de Diputados tenía más beneficios». Llamativo posicionamiento de Labado, que no había acompañado la semana pasada, por orden de su gobernadora, el dictamen que avalaba el texto aprobado por la oposición en la Cámara baja hace tres semanas.
Más allá de la defensa realizada por oficialistas como Silvia Elías (UCR-Tucumán), desde el propio FPV le salieron al cruce a la senadora kirchnerista. «Se han logrado avances muy importantes con relación a [lo aprobado por] Diputados y, fundamentalmente, se ha logrado preservar el interés de los trabajadores y de los gobernadores», afirmó Juan Manuel Irrazábal (FPV-Misiones), quien recalcó que se estaba ante «el dictamen posible ante esta etapa de la república» y que lo firmaba por pedido de su gobernador.
Fuente: La Nación