Perro Ciego regresará a Cosquín Rock. La banda salteña actuará durante la primera jornada de la edición 2017 del festival más importante del rock argentino. Compartirá el escenario principal con Ciro y Los Persas, Gardelitos y otros. (Federico Anzardi)
Diez años después de su última actuación, Perro Ciego regresará al escenario principal de Cosquín Rock. Será el sábado 25 de febrero de 2017, durante la primera jornada.
Este show, histórico para el rock salteño y para la banda por lo que significa pisar el escenario de Cosquín Rock, no será el primero de esa magnitud para Perro Ciego. En la edición 2007 del festival, el grupo actuó durante veinte minutos, inesperadamente, para llenar el hueco que estaba dejando Callejeros al demorar la preparación de su set.
“Bueno, vamos a tocar un par de temas hasta que Callejeros termine de armar y pueda entrar toda la gente, así nadie se pierde esta fiesta”, dijo un sorprendido Salchi Dique, cantante y guitarrista de Perro, ante unas ¡cuarenta mil personas! que los escucharon respetuosamente el domingo 11 de febrero de 2007.
En el libro “Estabas Ahí, 25 años de Perro Ciego”, el periodista Tony López recuerda lo que sucedió esa tarde legendaria. Lo que había sido el viaje para tocar en el tercer escenario, algo sin trascendencia que iba a servir sólo para figurar en el CV, se convirtió en una experiencia inolvidable. “Fuimos invitados casi de última, nos pagaban el transporte y comíamos con los técnicos y operarios”, recordó Salchi en el libro, al hablar del concierto original que tenía prevista la banda.
“Adentro, 40.000 personas esperaban el arranque de Callejeros. Afuera, debido al fuerte control de la organización, 10.000 chicos pugnaban por ingresar. El horario programado era a las 19 hs. pero era evidente que en poco más de media hora, la mayoría de los que estaban afuera no iban a poder entrar. El Bordo estaba terminando su show. Ante la complicada situación, José Palazzo pregunta a sus colaboradores: ‘¿Qué banda está terminando o por empezar a tocar en los otros escenarios?’ Le dan el nombre de las bandas, entre ellas Perro Ciego. ‘Traigan ya a los salteños’, fue la orden terminante. Los muchachos agitaban en el escenario ‘Dormilón x 8’ para un puñado de entusiastas comprovincianos y jujeños, cuando les cortan el sonido, nadie entiende nada, ven que ya el personal técnico empieza presuroso a cambiar los micrófonos, bajan con la calentura propia del momento, abajo un productor los esperaba con una combi y les dice: ‘Muchachos, suban rápido que van a tocar en el escenario principal’”, escribió López.
“Esos 300 metros fueron en cámara lenta, el cerro estaba lleno de gente, de fondo sonaban Los Redondos, el pogo era terrible y los nervios nuestros más todavía”, dijo Salchi en el libro de Tony, que así continuaba su relato: “Las risas en la traffic se hicieron sentir. Llegan, suben al escenario, enchufan los instrumentos y que sea lo que sea… Callejeros se reprograma para las 20,10 hs. Perro… arranca con ‘Paracaídas’, ‘Lo peor’. El show es transmitido a todo el país a través de radio La Mega. Los conductores incrédulos afirman: ‘cualquier cosa puede pasar en este escenario hoy’ o ‘…lo que les estará pasando a estos muchachos por la cabeza’. El canal de noticias TN pone al aire un fragmento de la actuación. Así muchos amigos en la ciudad, asombrados, se enteran de los acontecimientos. ‘Resaca’, ‘Letras rojas’ son escuchados respetuosamente por la multitud, que aplaude dando un signo de aprobación a la performance de la banda sorpresa. Un ‘Aguante Central’ se escucha desde el escenario, Salchi ve a un amigo agitando con la camiseta cuerva. ‘Dormilón x 8’ ahora sí interpretada de manera total, marca el cierre de esta presentación inolvidable”.
La actuación de Perro, con los comentarios de los periodistas de la radio Mega, pueden verse y escucharse en YouTube. El grupo estuvo a la altura de la exigencia. Todavía eran un quinteto, Federico “El Pibe” Acosta estaba aún en la banda, aunque ya sufría la enfermedad que lo llevaría a la muerte siete meses después.
“En Cosquín, ese año, estuvo una hora internado. Saltaba en la camilla, Lo agarrábamos de las piernas y le saltaban los brazos; lo agarraba de los brazos y le saltaban las piernas. Yo lo agarraba para que el médico lo pudiera tratar. Se movía para todos lados y no lo controlaba. Él estaba lúcido, te miraba y no podía hacer nada. Después le empezó a contar chistes al médico. El Pibe enseguida se hacía amigo. Cuando salí me pidió dos discos para regalarle (risas). Pero esas cosas eran duras”, le contó el “Pelado” Carlos Vega, bajista del grupo, a la revista Rock Salta, en julio de 2011.
En septiembre de ese año, el grupo perdió al Pibe y Perro no logró ser la misma banda. Se volvió más profesional y elegante. Editó dos discos más: Pelafustán en 2010 y Ronco en 2015. Nunca volvió a tener la hermosa mugre que le daba Acosta, pero se convirtió en un grupo imposible de eludir con canciones excelentes como “Jazz cantado”, “Tan extraños”, “Dos jardines”, “Estabas ahí”, “Pelafustán (no tengo groove)” y otras.
El origen de la actuación 2017 está en una equivocación. Durante un viaje a Salta en 2015, el organizador del festival, José Palazzo, prometió incluir a Perro en la grilla de la edición 2016. Sin embargo, eso nunca sucedió. El día que se anunciaron las bandas que iban a tocar este año, muchos fans de Perro Ciego protestaron por redes sociales ante la ausencia de los salteños. Palazzo acusó recibo, reconoció el error y aseguró que compensaría en 2017.
Palazzo cumplió. Entonces, Cosquín Rock 2017 recibirá a un cuarteto que sabe más que nunca lo que quiere, que no se verá enceguecido por la dimensión del escenario y entregará sus mejores canciones.
Perro será la segunda banda en pisar el lugar, bien temprano, después de Revanchistas y antes de Coverheads y Barrio Viejo Blues, el grupo del ex jugador de Boca, Daniel Osvaldo. Entonces podemos decir que Cosquín Rock, como muchos festivales, no se organiza según la calidad de los artistas sino por la convocatoria o cartel de los mismos.
Perro Ciego es poco conocido fuera de Salta, a pesar de los 27 años que ostenta el grupo sobre sus espaldas. Esto le juega en contra a los cuatro músicos. Seguramente serán pocos los que estén dentro del predio cuando los salteños suban a tocar, probablemente entre las cuatro y las seis de la tarde. Pero a quién le importa, a esta altura. Ellos se lo perderán.