Un informe del CEPA registró que en septiembre hubo 1554 trabajadores despedidos y 3532 suspendidos, mientras que en el mes anterior habían sido 9473 y 4185, respectivamente. Desde mitad de año, el sector más afectado es la industria.
Por primera vez desde que se inició la ola despidos, la pérdida de puestos de trabajo muestra una desaceleración. El número de personas que quedaron sin empleo en septiembre fue sensiblemente menor al de los meses anteriores, según indicó un relevamiento del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). No sucedió lo mismo con las suspensiones, que continúan siendo muy elevadas y están concentradas en las fábricas, como reflejo de la gravedad de las dificultades que atraviesa la producción industrial. El 85 por ciento de las suspensiones corresponden a sólo cuatro actividades, todas afectadas por la baja en el consumo interno: textiles, alimentos y bebidas, petróleo y automotriz.
El centro de estudios registró que durante septiembre se produjeron 1554 despidos; en agosto habían sido más de 10 mil.
Si bien la variación en el índice intermensual de pérdida de puestos de trabajo es una noticia para el alivio, el acumulado anual sigue mostrando una situación de gravedad. Al 30 de septiembre de 2016 se suman 213.166 despidos y suspensiones. “No hubo un proceso de ajuste de los planteles de este tenor desde la salida de la crisis de 2001”, señala el centro que dirige Hernán Letcher.
El número de suspensiones de septiembre fue de 3532, una cantidad que sigue alta y esboza el peligro de que el ciclo de cesantías se reanude.
Por actividad
En el acumulado del año, la construcción sigue siendo el sector con más pérdidas de puestos de trabajo (con 59.618 despidos), producto de la paralización de la obra pública. Pero si se mira mes a mes, es la industria la que viene perdiendo más desde mediados de año. Por ejemplo, los despidos y suspensiones fabriles se incrementaron durante el mes de septiembre un 6,50 por ciento, mientras que en la construcción aumentaron sólo un 0,42 por ciento.
Los rubros más golpeados están vinculados a la caída del consumo interno.
– “Las textiles tuvieron un mes muy difícil”, señaló el CEPA. “Como resultado de la apertura importadora y el ajuste en la producción, hubo 1350 suspensiones, 630 vacaciones anticipadas y 110 despidos”.
– El rubro alimentos y bebidas registró 100 despidos en Bimbo (en la planta de Pilar) y 480 suspensiones en Alco Canale (Mendoza).
– En tercer lugar en la lista de los afectados siguen los petroleros, con 102 despidos y 400 suspensiones en San Antonio Internacional. Luego los trabajadores de la industria automotriz y autopartista, con 237 despidos y 200 suspensiones (Fiat, Volkswagen, Ford, Renault y las autopartistas Grammer y Metalpar).
Suspensiones
Por primera vez en el año las suspensiones superaron a los despidos. Mientras que en agosto se habían registrado 9473 cesantías y 4185 suspensiones, esa relación se invirtió y el mes pasado se registraron 1554 despidos y 3532 suspensiones.
“En septiembre, las suspensiones representan el 69 por ciento de los casos (de despidos y suspensiones) relevados en el mes”, dice el CEPA. “Concentradas en la industria, esas suspensiones no sólo reflejan una retracción laboral y anticipan futuros despidos, sino que cristalizan expectativas negativas respecto del futuro productivo, en el nivel de actividad y en las dificultades del circuito de pagos, sobre todo en las pymes”.
En el camino de achicar sus costos, las empresas están apelando además a otras medidas. Entre ellas se mencionan las vacaciones anticipadas (Massalin Particulares, textiles Tavex y Santana), retiros voluntarios (en Renault se concretaron 200; el Grupo Clarín está ofreciendo a sus trabajadores una indemnización especial).
Finalmente, el informe detalla que el sector privado concentró casi la totalidad de los despidos y suspensiones (97 por ciento de los casos, contra apenas un 3 por ciento en la administración pública). En el área de servicios hubo relativamente pocos despidos (321 casos de despidos y 26 suspensiones) en los sectores de transporte, call center, viajes y turismo, comercio y medios de comunicación.
“Si al comienzo de la gestión (el ministro de Hacienda, Alfonso) Prat Gay sugería a los sindicatos que debían elegir entre pelear por salario o hacerlo por empleo, con el transcurso de los meses las opciones se esfumaron”, advierte el informe. “Los gremios se han visto afectados por la caída del empleo, o del salario, o por ambas razones a la vez.”
“El actual escenario, que plantea la discusión del bono como eje central de las demandas de los trabajadores, no sólo soslaya el pedido de apertura de las paritarias, sino que pone en segundo orden la sucesión de despidos (masivos a lo largo del primer semestre, incluidos julio y agosto, y constantes en septiembre). La cuestión de la pérdida de puestos de trabajo, al quedar ausente de la agenda, termina avalando no sólo una política de ajuste de planteles abiertamente reconocida por el mundo empresarial, sino que tampoco cuestiona la forzada reconversión productiva que están realizando vastos sectores del ámbito fabril”, concluye el CEPA. “En este escenario, la pobre queja de la cúpula sindical (cegetista) ante la apertura importadora y la destrucción del mundo pyme sólo va en línea con los planes del gobierno nacional.”
Fuente: Página 12