El instructor de artes marciales que destrozó a una familia tiene 30 años y es oriundo de Río Gallegos. Daniel Zalazar fue el autor de la masacre. “Es un psicópata”, dijo el ministro de Seguridad local.
El autor de la masacre de Godoy Cruz, Daniel Gonzalo Zalazar nació hace 30 años en Río Gallegos, Santa Cruz. Había llegado a Mendoza hace aproximadamente 10 años y vivía con su hermana en un departamento en la capital mendocina. De acuerdo con los registros de la Justicia local, el hombre no tenía antecedentes por delitos ni denuncias por violencia de género. “Hemos rastreado todo y no hay denuncias previas”, explicó ayer la coordinadora de los fiscales, María Teresa Day.
Había estudiado la carrera de Medicina en la Universidad de Mendoza, pero no completó los estudios. Vivía de lo que ganaba con sus clases como instructor de artes marciales. Según se pudo saber, trabaja en un polideportivo del barrio La Estanzuela, en Godoy Cruz, cerca de la casa donde ayer por la mañana desató una tragedia.
En las imágenes que se pueden ver en su cuenta de Instagram, Zalazar se muestra compartiendo los momentos de su entrenamiento con algunos compañeros. Aparece con una sonrisa plena en un gimnasio de Guaymallén -donde practicaba Crossfit-; en sus clases de artes marciales con niños y también se lo ve en momentos más personales, como viajes. Una frase llama la atención. Su último posteo, hace una semana: “Que lindo es entrenar con gente con los mismos problemas mentales… #locura”.
Los tres hijos mayores de Claudia, la joven asesinada, concurrían a sus clases de artes marciales. “Lucas –el nene de 11 años que está grave– participó de muchas competencias donde el entrenador era este hombre”, contó una vecina. Lucas ingresó con varias heridas y presentaba una perforación gástrica y una laceración hepática. “Lo atacaron con una saña nunca vista”, informaron desde el hospital de Niños, Humberto Notti. Ayer fue operado durante tres horas y quedó internado en terapia intensiva, estable con pronóstico reservado.
Su hermanita de 10 meses ingresó con dos cortes en la zona del cuello y el director del Notti, Raúl Rufeil, destacó que las lesiones “fueron intencionales”. Como perdió mucha sangre, se le realizaron transfusiones, fue operada y también quedó internada en terapia. Aparentemente los menores serían hijos de la misma madre y la bebé que está internada sería hija de Zalazar, aunque todavía no había sido reconocida por él.
“El asesino estaba en pleno uso de sus facultades, sabía lo que hacía: no puede alegar emoción violenta ni un brote psicótico”, dijo el ministro de Seguridad de Mendoza, Gianni Venier. También reveló que, antes de abandonar la vivienda, la preparó para que explotara, ya que encendió una vela y dejó las perillas de gas abiertas. “Cuando entró la Policía Científica a investigar la casa, los efectivos salieron rápido porque había dejado abierto el gas y una vela encendida. Es un psicópata”, dijo el funcionario.
Fuente: Clarín